Escritores Argentinos





Los más famosos y célebres escritores Argentinos.

Alfonsina Storni
Alfonsina Storni (1892-1938), escritora argentina, una de las poetas más conocidas del mundo iberoamericano.
Nacida en Sala Capriasca (Suiza), a muy temprana edad se trasladó con su familia a la Argentina. Fue maestra de la Escuela Normal, profesora de arte dramático y colaboró con varios grupos de teatro juvenil. Sin embargo, lo más conocido de su obra son sus libros de poesía. Comenzó su carrera literaria en 1916 con La inquietud del rosal, que recoge las sugestiones intimistas y sentimentales de un nuevo romanticismo, desprendiéndose de la poderosa influencia del modernismo. En esta línea publicó El dulce daño (1918), Irremediablemente (1919) y Languidez (1920).
Sus viajes a Europa en 1930 y 1934 influyeron en un cambio de rumbo poético, que se refleja en sus libros de madurez, los más logrados, donde la experiencia amorosa se torna confidencia dramática, reflexión sobre la condición femenina y una audaz, para la época, sinceridad erótica: Mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1938). Formalmente, su expresión se hace más libre y se evade de los anteriores moldes del clasicismo. Aquejada de cáncer, se suicidó en Mar del Plata.


Arturo Capdevila
Arturo Capdevila (1889-1967), poeta, narrador, dramaturgo e historiador argentino, nacido en Córdoba.
Graduado en Derecho, ejerció la magistratura y la cátedra. En 1922 se instaló en Buenos Aires, y realizó luego y a lo largo de cuarenta años varios viajes por Europa y Estados Unidos. Recibió dos veces el Premio Nacional e integró las academias de Letras e Historia.
Como poeta, hay que situarlo tras el modernismo, ensayando una lírica de introspección, resuelta en un castellano cuidado y canónico. Obras: Jardines solos (1911), Melpómene (1912), El poema de Nenúfar (1915), El libro de la noche (1917), La fiesta del mundo (1921), Los romances argentinos.
Su teatro es también de inspiración poética y suma títulos como La Sulamita, Zincalí, Cuando el vals y los lanceros y El jardín de Eva.
Se le deben numerosos estudios históricos, lingüísticos (véase Lingüística) y de crítica literaria, libros de viajes (Tierra mía) y de evocación (Córdoba del recuerdo).


Baldomero Fernández Moreno
Baldomero Fernández Moreno (1886-1950), escritor argentino, nacido en Buenos Aires, hijo de padres castellanos.
Cursó las primeras letras en España y continuó sus estudios en Buenos Aires, donde obtuvo el título de Medicina, pero abandonó dicha profesión para dedicarse a la poesía.
Fue un escritor posterior al modernismo, como Enrique Banchs o Arturo Capdevila, y su estilo fue calificado como ‘sencillista’ por la crítica literaria.
Entre su producción pueden destacarse: Las iniciales del misal (1915), Intermedio provinciano (1916), Ciudad (1917) y Versos de Negrita (1920).
A partir de la realización de Aldea Española (1925), se observa la aparición de una etapa de formalismo poético y una añoranza por lo español. Debido a la muerte de uno de sus hijos, su poesía se vuelve oscura y desesperada, tal es lo que manifiesta en Penumbra (1951).


Benito Lynch
Benito Lynch (1885-1951), escritor argentino, nacido en La Plata (provincia de Buenos Aires), que fue, después de Güiraldes, el más importante representante del criollismo.
Desde niño vivió en una estancia, lo que le permitió un conocimiento cabal de la vida de los gauchos sedentarios, de las estancias y sus dueños, de la valoración concedida al gringo y el desprecio al nativo. Esta experiencia la aplicó a su obra El inglés de los güesos (1922), en la cual el campo juzga a la civilización urbana representada por el personaje Mr. James; Lynch toma partido por el mundo primitivo a través del personaje la Negra y sostiene que sólo los seres sencillos son capaces de amar verdaderamente, contrariamente a la civilización urbana que obstaculiza la felicidad.
Otra de las obras que hay que señalar es Los caranchos de la Florida (1916).



Carlos María Ocantos
Carlos María Ocantos (1860-1949), narrador argentino, nacido en Buenos Aires y fallecido en Madrid. Se desempeñó como diplomático y acabó estableciéndose en España.
Ocantos figura en la primera promoción de escritores adscritos al realismo y, entre sus diversas variantes, deudor del realismo español, notoriamente de la obra de Benito Pérez Galdós. En una colección de veinte volúmenes llamados “novelas argentinas”, intenta una descripción de la sociedad de su tiempo, en la cual un núcleo fundacional criollo de estirpe hispánica resiste a la oleada corruptora de la inmigración. Su lenguaje, que intenta una pureza castiza, es expresión de esta actitud purista y explica la incorporación del escritor a la vida española.
Entre sus títulos mayores destacan León Zaldívar (1888), Quilito (1891, parte del ciclo de novelas sobre la crisis bursátil de 1890, véase Julián Martel), El candidato (1892), Entre dos luces (1892), Don Perfecto (1902) y Fray Judas (1929). También cabe recordar sus novelas breves como Fru Jenny: novelas danesas (1915) y Carmucha (1931).



Eduardo Wilde
Eduardo Wilde (1844-1913), escritor argentino, nacido en Bolivia y fallecido en Bruselas (Bélgica).
Se graduó en Medicina con una tesis sobre el hipo. Tuvo una intensa vida periodística (La Nación Argentina, La República, El Mosquito) y política: diputado nacional, miembro del Partido Autonomista, ministro de Justicia y de Interior, presidente del Departamento Nacional de Higiene y embajador en Estados Unidos y Bélgica. Fue profesor de Anatomía, epidemiólogo y defensor de la educación mixta y laica. Destacó entre los escritores de la llamada generación del 80, junto a Lucio Mansilla y Miguel Cané. Le influyeron mucho el naturalismo y el positivismo.
Ha escrito ensayos: Fisiología de la música y Fisiología familiar de las sensaciones.
Sus textos literarios más característicos fluctúan entre el relato, la crónica de viajes y la evocación autobiográfica: Tiempo perdido (1878), Prometeo & Cía (1899), Por mares y tierras (1899) y el inconcluso y póstumo Aguas abajo (1914).


Enrique Banchs
Enrique Banchs (1888-1968), poeta argentino, nacido en Buenos Aires. De su vida pública cuentan haber sido director del Monitor de la Educación Común y ocupado otros cargos en la administración educativa, así como presidido la Sociedad Argentina de Escritores e integrado la Academia Argentina de Letras.
Su obra poética es breve y enigmática, pues consta de cuatro títulos seguidos de un silencio apenas interrumpido y que se prolongó el resto de su vida: Las barcas (1907), El libro de los elogios (1908), El cascabel del halcón (1909) y la colección de sonetos La urna (1911).
Se le considera como uno de los poetas posteriores al modernismo, partidarios del intimismo y de un renovado romanticismo, cuya figura más notoria en la lengua española es Juan Ramón Jiménez. En el caso de Banchs, al cuidado formal se une la utilización de fuentes diversas como la poesía de los trovadores y los cancioneros medievales de España y Portugal.


Enrique Larreta
Enrique Larreta (1875-1961), escritor argentino. Graduado en Derecho, fue profesor de historia y embajador en París y ante la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.
Su obra más significativa es novelística y se inicia en 1896 con un relato situado en la Grecia clásica, Artemis. Su título más conocido es La gloria de Don Ramiro (1908), evocación de la España de Felipe II, con personajes inventados e históricos, como santa Rosa de Lima. Es una de las novelas más características del modernismo, por el preciosismo de su prosa, su gusto por las descripciones pictóricas y la recreación de ambientes y escenas de fuerte colorido. Otras obras del mismo género son: La que buscaba Don Juan (1923), Zogoibi (1926), Tenía que suceder (1943), Orillas del Ebro (1949), Tres films (1951), Gerardo o la torre de las damas (1953) y En la pampa (1955).
Ha abordado también el teatro en Pasión de Roma (1918), El linyera (1933), Santa María del Buen Aire (1936) y Jerónimo y su almohada (1946). Ha reunido sus sonetos en La calle de la vida y de la muerte (1941), ha recogido unas breves memorias en Tiempos iluminados (1939), ha escrito un ensayo histórico, Las dos fundaciones de Buenos Aires (1936) y ha reunido fragmentos misceláneos en La naranja (1947). Colaboró, además, con las más importantes revistas literarias de su país como Caras y caretas y La biblioteca



Eugenio Cambacérès
Eugenio Cambacérès (1843-1889), escritor argentino. Activo en política, defendió posiciones radicalmente liberales y anticlericales, que causaron revuelo en su tiempo, como el divorcio y la separación de la Iglesia y del Estado.
En literatura, se adscribe al naturalismo y sigue los modelos de Émile Zola. Ha dejado cuatro novelas: Pot-pourri (1881), Música sentimental (1884), Sin rumbo (1885) y En la sangre (1887). Sus trazos gruesos y sus escenas desgarradas y violentas dibujan un cuadro de fuerte colorido de una sociedad como la argentina finisecular, en rápida transformación y con fuertes corrientes inmigratorias, que plantean el tema del mestizaje y la formación de una nueva clase dominante.



Francisco Sicardi
Francisco Sicardi (1856-1927), escritor argentino nacido en Buenos Aires. Inició sus estudios en Italia y los terminó en Argentina, donde se graduó de médico, profesión frecuente entre los literatos y pensadores de su tiempo. Se dedicó a la epidemiología hasta 1910, año en que abandonó su profesión y emprendió viajes por Europa.
Se le deben libros de versos como La inquietud humana y La hora del insomnio, así como piezas teatrales (La hora heroica, Misericordia) y la novela Perdida (1911), pero su trabajo más decisivo es el extenso ciclo novelístico en cinco volúmenes y seiscientas páginas Libro extraño (1891/1902).
Siguiendo el modelo del naturalismo francés, en especial de Émile Zola, estudia la evolución de una familia argentina a través de varias generaciones, poniendo especial interés en la influencia del medio y de la herencia, para concluir que la sociedad sudamericana produce sujetos afectados de abulia, desorientación y tedio.




Julián Martel
Julián Martel (1867-1896), escritor argentino, cuyo nombre cívico era José María Miró. Trabajó como periodista, ingresando en La Nación, el diario fundado por Bartolomé Mitre, en 1888. Frecuentó la vida bohemia, escribió algunos relatos y dejó testimonio de su admiración por Alfred de Musset y Edgar Allan Poe, de cuya influencia quedan huellas en poemas de corte romántico.
Martel debe su fama a la novela La Bolsa, publicada como folletín en 1891 y como libro en 1898. Pertenece al ciclo de novelas deudoras del naturalismo y que fueron motivadas por la crisis económica y política de 1890, que provocó el cierre de la Bolsa porteña y la caída del gobierno de Miguel Juárez Celman, a causa de una sublevación cívica y militar de la que surge el radicalismo argentino.
La llegada masiva de inmigrantes, el dinero fácil y especulativo, la ascensión de nuevas clases sociales, condujeron a una situación de quiebra generalizada que se centró en la institución bursátil. La novela de Martel cuenta la historia de un comerciante fácilmente enriquecido y rápidamente arruinado, hundido en un mundo de lujo inestable propio de la Argentina de su tiempo.


Leopoldo Díaz
Leopoldo Díaz (1862-1947), poeta argentino, considerado uno de los impulsores del movimiento modernista en la poesía.
Nacido en Chivilcoy, se graduó en Derecho y trabajó como periodista y diplomático. Fundó el diario La Palabra y fue uno de los iniciadores de la Academia Argentina de Letras. Por edad e intereses literarios forma parte del grupo modernista que se reúne en torno a su fundador, Rubén Darío cuando éste llega a Buenos Aires. Sus fuentes primeras son los clásicos griegos y latinos, de los cuales fue traductor, junto con poetas franceses de la época. Reunió estos trabajos en Traducciones (1897). Esta frecuentación de la antigüedad le permitió elaborar un vocabulario acrisolado y elegante, con el cual abordó tanto los temas de la mitología antigua europea como también a los héroes y dioses de las religiones primitivas americanas. En esto coincide con otros exponentes del modernismo, como el peruano Abraham Valdelomar.
Entre sus poemarios figuran Una página triste (1883), Fuegos fatuos (1885), Sonetos (1888), La cólera del bronce (1894), La batalla (1894), Bajorrelieves (1895), Las galeras de oro (1901), Las sombras de Hellas (1902), Atlántida conquistada (1906), Las ánforas y las urnas (1923) y El sueño de una noche de invierno (1928). Murió en Buenos Aires.



Lucio Victorio Mansilla
Lucio Victorio Mansilla (1831-1913), escritor argentino, perteneciente a la segunda generación del 80 (véase Literatura argentina).
Nació en Buenos Aires, hijo del general Lucio Norberto Mansilla —jefe del ejército rosista— y de Agustina Ortiz de Rosas —hermana de Juan Manuel de Rosas—. Militar, periodista, político y diplomático. Su estilo literario es ameno y chispeante, no posee el rigor crítico de su generación. Sus escritos le sirvieron para relacionarse con el grupo elitista dominante de la política argentina.
Entre sus muchas obras merecen citarse: De Adén a Suez (1855), Mis memorias (1904), narración con valor documental sobre su infancia, adolescencia y familia), Rosas (1898), Máximas y pensamientos (1904), aunque su mejor producción literaria es Una excursión a los indios ranqueles, cartas (publicadas en La Tribuna a partir de 1870), en las que cuenta sus problemas personales con el Gobierno, sus opiniones sobre el problema del indio sin las distorsiones en que incurría la tradición del romanticismo.


Manuel Gálvez
Manuel Gálvez (1882-1962), novelista, dramaturgo, biógrafo y memorialista argentino nacido en Paraná (provincia de Entre Ríos).
Abogado con una tesis sobre La trata de blancas, se inició en la vida literaria como poeta (El enigma interior, Sendero de humildad) y libretista de zarzuela, fundando una revista de importancia generacional, Ideas, junto con Ricardo Olivera. De joven simpatizó con el anarquismo cristiano inspirado por Liev Tolstói, y luego derivó hacia un nacionalismo de corte católico.
Sus obras más populares son novelas deudoras del realismo español y francés (Benito Pérez Galdós, Pío Baroja, Hermanos Goncourt), que retratan diversos ambientes de la sociedad argentina: la escandalosa La maestra normal (1915), el libro en clave El mal metafísico (1916), La sombra del convento (1917), El cántico espiritual (1923), Hombres en soledad (1938), El uno y la multitud (1955).También hizo series de novelas históricas sobre la guerra del Paraguay y la época de Juan Manuel de Rosas . Redactó biografías de Hipólito Yrigoyen, Gabriel García Moreno, Ceferino Namuncurá y Domingo Faustino Sarmiento. Los cuatro volúmenes de sus memorias, Recuerdos de la vida literaria, son un excelente documento de época.


Miguel Cané
Miguel Cané (1851-1905), escritor argentino que nació en Montevideo durante la expatriación de su familia y regresó a Buenos Aires después de la caída de Juan Manuel Rosas.
Su profesión de abogado le facilitó el desempeño de diversos cargos legislativos y se destacó actuando en favor de la política de Sarmiento.
Fue uno de los prosistas autobiográficos de la generación del 80 (véase Literatura argentina). Así lo demuestra en su obra maestra Juvenilia (1884), en la que describe las experiencias de su época de estudiante en el Colegio Nacional Buenos Aires; en ella el relator le da unidad a diversos episodios en los que se manifiesta un contrapunto entre la adolescencia despreocupada de ayer y el hombre maduro de hoy.
En su otra obra, En viaje (1884), narra las impresiones de sus viajes a París y Estados Unidos, y hace especial hincapié sobre Venezuela y Colombia, donde actuó como diplomático.



Pedro Miguel Obligado
Pedro Miguel Obligado (1892-1967), poeta y ensayista argentino, nacido en Buenos Aires. Se graduó en Derecho en 1916 y colaboró en periódicos de información general y en revistas literarias, entre ellas Martín Fierro, que inicia el movimiento de vanguardia en 1919. Integró la Academia Argentina de Letras y la Asociación de Amigos del Arte.
Su obra poética es de tono íntimo y melancólico, con un sesgo de tardío romanticismo. Entre sus poemarios figuran Gris (1918), El ala de sombra (1920), El hilo de oro (1924), La isla de los cantos (1931), Melancolía (1931) y Los altares (1959).
También cultivó la prosa poética en El canto perdido (1925). De sus ensayos destacan La tristeza de Sancho (1927) y Qué es el verso (1957). Produjo algunas traducciones de textos teatrales, entre ellas de obras debidas a Ferdinand Crommelynck y William Shakespeare.


Rafael Alberto Arrieta
Rafael Alberto Arrieta (1889-1968), poeta y ensayista argentino, oriundo de la provincia de Buenos Aires.
De niño vivió en Europa, por la que viajó de adulto, lo mismo que por América. Fue profesor de literaturas europeas en las universidades de La Plata y Buenos Aires. Presidió la Academia Argentina de Letras. Dejó una importante biblioteca, fruto de sus aficiones de bibliófilo (véase Bibliofilia).
Su poesía pertenece a la secuela del modernismo, tendencia a la cual añade un retorno muy estricto al romanticismo. La intimidad, el paso del tiempo y el paisaje son sus temas recurrentes. Entre sus poemarios figuran: Alma y momento (1910), Fugacidad (1921), Tiempo cautivo (1947) y Cuaderno de San Cosme (1960).
De su obra crítica pueden citarse títulos como Sarmiento y Dickens (1928), La literatura argentina y sus vínculos con España (1938) e Introducción al modernismo literario (1956). Coordinó y dirigió una Historia de la literatura argentina en seis volúmenes (1956-1960).


Roberto J(orge) Payró
Roberto J(orge) Payró (1867-1928), escritor argentino que nació en Buenos Aires.
Fue fundador del periódico La Tribuna, de tendencia progresista, en Bahía Blanca, y cuando regresó a Buenos Aires actuó como redactor del diario La Nación; esta última actividad le permitió viajar por todo su país y por el extranjero; como consecuencia de ello, publicó los reportajes o libros de viajes La Australia Argentina (1898) y En las tierras del Inti (1909).
Fue el más importante narrador realista de novelas costumbristas criollas, como lo demuestra en El casamiento de Laucha (1906), Pago Chico (1908) y Las divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira (1910).
Además, escribió obras de teatro y cuentos de gran valor, entre los que pueden señalarse: Marco Severi (1905), Vivir quiero contigo (1923) y Fuego en el rastrojo (1925).


Bartolomé Hidalgo
Bartolomé Hidalgo (1788-1822), poeta rioplatense, nacido en Montevideo (Uruguay) y muerto en la localidad bonaerense de Morón. De origen modesto, fue empleado de una tienda y peluquero. Luego participó en la guerra de la independencia y ocupó diversos cargos públicos, siempre en su tierra de origen. En 1818 se trasladó a Buenos Aires. Sus poemas han sido agrupados en dos series, Cielitos y Diálogos patrióticos, aparte de un canto patriótico, el Himno oriental (donde oriental es sinónimo de uruguayo), que le ganó la distinción de “Benemérito de la Patria”.
Los críticos distinguen dos etapas en su producción: una de poemas cívicos y militantes, que va de 1811 a 1816, y otra, de tono más personal e individual. Se le considera iniciador de la poesía gauchesca, por el uso de expresiones tomadas del habla de los gauchos, y la incorporación de personajes populares que dialogan como en una improvisación o payada: Jacinto Chano y Ramón Contreras. En su obra hay rasgos de neoclasicismo y de formas tradicionales españolas, como el romance.


Carlos Guido y Spano
Carlos Guido y Spano (1827-1918), poeta, traductor y publicista argentino. Por su decidida estética de carácter tradicional, puede considerarse el último de los exponentes del neoclasicismo.
Nacido en Buenos Aires, pasó su juventud en Brasil y en diversos países de Europa. Más tarde, participó en las contiendas políticas de su país, en favor del federalismo y contra la guerra de la Triple Alianza. Desempeñó cargos públicos en algunos ministerios y en el Archivo General de la Nación.
La poesía de Guido y Spano acusa la influencia de sus lecturas clásicas griegas, que aparecen en las versiones que hizo de odas de Safo y en sus epigramas. Los temas más frecuentes son los de carácter cívico, patriótico y doméstico. Publicó sus primeros textos en la Revista del Paraná. Recogió sus poemas en Hojas al viento (1879), Ecos lejanos (1895) y, finalmente, en Poesías completas (1911). Los artículos políticos están agrupados en El gobierno y la alianza (1866). En la voluminosa miscelánea Ráfagas (1879) reúne impresiones críticas, recuerdos personales y crónicas de viaje. Murió en Buenos Aires, “argentino hasta la muerte”, según el verso de su poema “Trova”, muy difundido como lema y por haberse convertido en ejemplo infaltable en los manuales de literatura argentina.


Cayetano Rodríguez
Cayetano Rodríguez (1761-1823), eclesiástico y poeta argentino.
Nacido en San Pedro, perteneció a la orden de los franciscanos y enseñó filosofía en Buenos Aires y Córdoba entre 1781 y 1790. A su regreso a la capital fue maestro del patriota Mariano Moreno, quien lo designó primer director de la Biblioteca Nacional argentina en 1810. Celebró el matrimonio de José de San Martín. Fue diputado en las asambleas de 1813 y 1816. Esta última proclamó la independencia en la ciudad de Tucumán. En todo momento militó en el partido católico contra los liberales y unitarios.
Su obra es variada y comprende artículos periodísticos, cartas, libelos e intervenciones parlamentarias.
Como poeta, en su juventud ensayó el género de la poesía lírica, siendo después uno de los primeros vates cívicos de su país. También se le deben piezas de poesía mística, como Vida de doña María de San Diego, y de erotismo, Sueño de Eulalia contado a Flora. Falleció en Buenos Aires.


Estanislao del Campo
Estanislao del Campo (1834-1880), escritor argentino, nacido en Buenos Aires, que perteneció a la generación del 80 (véase Literatura argentina) y llevó a su culminación el juego dialogado de los poetas gauchos.
Inició su carrera literaria con versos gauchescos que aparecieron bajo el seudónimo de Anastasio el Pollo y es a raíz de esa actividad que se vincula con Ascasubi.
Entre sus obras son de destacar: Los debates de Mitre y Carta de Anastasio el Pollo, ambas de 1857; esta última es una anticipación de Fausto (1866). En Fausto, un paisano le describe a otro, en forma sencilla, las ‘impresiones’ que le ha causado una función en el teatro Colón, donde ha visto al demonio; se manifiesta a través de toda la obra el deseo de comunicarse y hacer de esos instantes algo perdurable.


Esteban de Luca
Esteban de Luca (1786-1824), escritor argentino, nacido en Buenos Aires. Estudió en el porteño colegio de San Carlos, donde aprendió la filosofía del sensualismo, enfrentada con los viejos principios del escolasticismo. Luego desarrolló conocimientos científicos.
Luchó contra los invasores ingleses en 1806 y 1807 y se especializó en la fabricación de armas de fuego, llegando a director del arsenal. Falleció en un naufragio, regresando de una misión diplomática ante el imperio del Brasil.
Como poeta, se le deben los primeros cantos patrióticos, que exaltan las luchas por la independencia y las campañas del general José de San Martín. En ellos se advierte la influencia de Virgilio y del neoclasicismo español. Entre sus poemas se recuerdan: “Canto lírico a la libertad de Lima”, “Marcha patriótica” o “Canto a la victoria de Maipo”.


Hilario Ascasubi
Hilario Ascasubi (1807-1875), escritor argentino, autor de una extensa producción lírica, realizó un minucioso retrato de la vida del gaucho (véase Poesía gauchesca).
Nacido en Fraile Muerto (Córdoba), publicó con varios seudónimos, entre ellos Paulino Lucero y Aniceto El Gallo. Participó activamente en la vida política de su país al lado de Bartolomé Mitre y tuvo una actuación destacada en las luchas contra Quiroga y Rosas. Su obra más importante es Santos Vega o Los mellizos de la flor (París, 1872), largo poema (13.000 versos) folletinesco con descripciones de gran lirismo y un lenguaje peculiar, el dialecto gaucho. Aparecen en ella los rasgos dramáticos de la vida del gaucho, además de una reconstrucción de la historia de la Pampa argentina durante los últimos años de la colonia. Esta obra mantiene todavía su vigencia gracias a sus recitados o al juego entre payadores (cantores), cuya fuerza reside en el aparente lenguaje desaliñado que le da una autenticidad indiscutible. Ascasubi murió en Buenos Aires.




José Hernández
José Hernández (1834-1886), poeta y federalista argentino, su gran poema Martín Fierro, considerado un clásico de su país, cantó la independencia, el estoicismo y el coraje del gaucho.
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VIDA
No se tienen muchos datos sobre la infancia de Hernández, aunque parece ser que una enfermedad de la adolescencia le obligó a vivir en las pampas (véase Pampa). Allí fue donde entró en contacto con el estilo de vida, la lengua y el código del honor de los gauchos.
Autodidacta, adquirió una sólida ideología política a través de sus numerosas lecturas. Su postura federal (véase Gobierno federal) y reformista le llevó a enfrentarse con Sarmiento. Entre 1852 y 1872, durante una época de gran agitación política, defendió la idea de que las provincias no debían permanecer ligadas a las autoridades centrales, establecidas en Buenos Aires. Participó en la última rebelión gaucha, la del general Ricardo López Jordán, un desdichado movimiento que finalizó en 1871 con la derrota de los gauchos y el exilio de Hernández a Brasil. Con la victoria de Nicolás Avellaneda, pudo regresar a Argentina en 1874. Vivió en Buenos Aires y continuó su lucha por otros medios: fundó el periódico Revista del Río de la Plata, en el que defendió posturas federalistas, y desempeñó los cargos de diputado y senador de la provincia de Buenos Aires.
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OBRA
Sin embargo, fue a través de su poesía como José Hernández consiguió un gran eco para sus propuestas y contribuyó de la forma más valiosa a la causa de los gauchos. Con un total de 7.210 versos, Martín Fierro es un poema épico popular que está considerado como una de las grandes obras de la literatura argentina. Fierro narra su vida y lleva a cabo un retrato de la sencillez rural, la independencia y la paz de su espíritu. En su primera parte, El gaucho Martín Fierro (1872), el poema recorre la inicial felicidad del protagonista en las planicies rodeado de su familia, hasta que es obligado a alistarse en el Ejército. Su odio a la vida militar le lleva a rebelarse y desertar. A su regreso, descubre que su casa ha sido destruida y su familia se ha marchado, y la desesperación le empuja a unirse a los indios del desierto y convertirse en un hombre fuera de la ley. En la segunda parte del poema, La vuelta de Martín Fierro (1879), sus sentimientos e ideas han cambiado. Fierro decide volver y reunirse por fin con los suyos. Incorporado de nuevo a la sociedad, ha de sacrificar gran parte de su preciosa independencia.
El gran mérito del autor del Martín Fierro fue llevar a la literatura la vida de un gaucho, contándola en primera persona, con sus propias palabras e imbuido de su espíritu. En él descubrió la encarnación del coraje y la integridad propias de una vida independiente. Para José Hernández, el gaucho era el verdadero representante del carácter argentino, idea que le situó en directa oposición con el curso de los acontecimientos y los poderosos intereses políticos de su época. Véase también Poesía gauchesca.



Juan Cruz Varela
Juan Cruz Varela (1794-1839), poeta y político argentino.
Nacido en Buenos Aires, en 1817 se licenció en Teología en la ciudad de Córdoba. Poco después regresó a su ciudad natal, donde militó en el partido liberal encabezado por Bernardino Rivadavia. A la caída del régimen presidencial de Rivadavia, se exilió en Montevideo. En esta ciudad reunió sus poesías líricas en 1831. Su producción va de la poesía lírica y amatoria de su juventud, a los cantos guerreros de la independencia y a la poesía de inspiración cívica. Tradujo del latín a los poetas Virgilio y Horacio. Se le considera el iniciador del neoclasicismo en Argentina, sobre todo por sus dos tragedias en verso: Dido (inspirada en un canto de la Eneida) y Argia (de asunto tomado de la mitología griega). Falleció en Montevideo.


Olegario Víctor Andrade
Olegario Víctor Andrade (1839-1882), escritor argentino, nacido en Brasil durante el exilio de sus padres. Ya en la Argentina, se involucró en las luchas políticas a favor del federalismo y contra los gobiernos de Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento. Entre sus condiscípulos figuraron importantes futuros políticos como Julio Roca. Se desempeñó como legislador y como periodista de ideas, llegando a dirigir en Buenos Aires el diario La Tribuna Nacional.
Sus obras poéticas son, en ocasiones, de un marcado intimismo, como en los casos de La vuelta al hogar y El consejo maternal. En otros ejemplos, sus acentos se vuelven de un decidido civismo y un carácter épico, como cuando aborda temas históricos, patrióticos o filosóficos: “San Martín”, “El nido de cóndores”, “Prometeo”, “Atlántida”, poemas recogidos en 1887 en una edición oficial de sus poemas en el libro Obras completas. Por sus ideas progresistas, al igual que por su aliento enérgico, se ha señalado en su obra la influencia de Victor Hugo. Su estilo y su temática lo sitúan en un momento tardío del romanticismo.



Pedro Bonifacio Palacios
Pedro Bonifacio Palacios (1854-1917), escritor argentino, más conocido por el seudónimo Almafuerte, nacido en San Justo (provincia de Buenos Aires) y fallecido en La Plata. Fue maestro y director de escuelas durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento. Por causa de sus artículos y poemas, siempre combativos y que provocaban apasionados ataques y defensas, llegó a perder el empleo en una escuela.
Es difícil asociar su muy original estilo a una corriente literaria determinada. Merecen citarse las siguientes obras: Lamentaciones (1906), Evangélicas (1915), Poesías (1918) y Discursos (1919). En ellas se preocupó más por expresar sus dudas, sus inquietudes y su dolor que en buscar una forma artística valiosa. Llegó a decir de sí mismo que era más predicador que literato. Misántropo e indignado con Dios por permitir el sufrimiento humano, su producción literaria revela las contradicciones de la época que le tocó vivir, en la que se enfrentaban un tardío romanticismo y un incipiente positivismo.


Rafael Obligado
Rafael Obligado (1851-1920), escritor argentino que nació en Buenos Aires, donde cursó studios de Derecho, carrera que no finalizó. Fue uno de los fundadores de la Facultad de Filosofía y Letras y además miembro correspondiente de la Real Academia Española.
Fue un poeta romántico, continuador de Echeverría en lo referente al tratamiento del tema gauchesco (véase gaucho) en lengua culta. Lo dicho se refleja en Santos Vega (1883), poema escrito en décimas, en el que narra cómo este payador fue vencido por Juan Sin Ropa, quien representa al progreso que superará al país tradicional.
Otra obra que merece destacarse es Leyendas argentinas (1877), en la que se manifiesta como representante de la generación del 80 (véase Literatura argentina) por su adhesión a los orígenes de la nacionalidad y los mitos.


Vicente López y Planes
Vicente López y Planes (1785-1856), político y escritor argentino, presidente interino de las Provincias Unidas del Río de la Plata (1827) y creador de la letra del Himno nacional de su país. Nació en Buenos Aires. Estudió en el Colegio San Carlos y se dedicó luego al comercio. Se alistó en el Regimiento de Patricios, luchando contra las invasiones inglesas en 1806 y 1807. A fines de 1808 abandonó el comercio y se graduó en Derecho por la Universidad de Chuquisaca. Participó activamente en la Revolución de mayo de 1810. Poco después, fue secretario del primer triunvirato y, más tarde, resultó electo diputado a la Asamblea de 1813. Allí concibió una canción guerrera, que se adaptó como Himno nacional. La Asamblea lo declaró solemnemente como “Única canción de las Provincias Unidas del Río de la Plata”, en la sesión del 11 de mayo de 1813. Organizado el Directorio por el general Juan Martín de Pueyrredón, asumió la cartera de Gobierno y, en 1817, pasó a formar parte del Congreso Constituyente. En 1825, fue electo diputado para el Congreso Nacional y, dos años después, presidente interino de la República. Más tarde, siguió desempeñando importantes cargos públicos. A la caída del gobierno de Juan Manuel de Rosas, en 1852, ejerció el gobierno interinamente. Padre del historiador Vicente Fidel López, falleció en Buenos Aires en 1856.


Adolfo Bioy Casares
Adolfo Bioy Casares (1914-1999), escritor argentino, autor de una extensa obra en la que se superponen realidad y fantasía. Fue considerado por Jorge Luis Borges como uno de los más notables escritores argentinos de ficción.
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VIDA
Nació en Buenos Aires, en el seno de una familia acomodada. En la década de 1920 viajó por Europa y Estados Unidos. Ingresó en la universidad en 1933, donde cursó estudios de Literatura y Derecho, pero abandonó ambas carreras para dedicarse a la Literatura. Se inició desde muy joven con una serie de relatos impregnados de surrealismo. A los 11 años escribió su primera novela, Iris y Margarita, dedicada a una prima de la que estaba profundamente enamorado; tres años después escribiría Vanidad o una aventura terrorífica, un cuento fantástico y policiaco. En 1935 fundó la revista Destiempo junto con Jorge Luis Borges, a quien había conocido en 1932 en la casa de la escritora Victoria Ocampo, con cuya hermana, Silvina, se casaría en 1940. En colaboración con Borges escribió varios volúmenes de literatura fantástica y policiaca, que mezclan observaciones irónicas sobre la sociedad argentina, firmados con diversos seudónimos, como Horacio Bustos Domecq, Suárez Lynch, Lynch Davis y Gervasio Montenegro. Su principal personaje es el detective Isidro Parodi: Seis problemas para don Isidro Parodi (1942), Dos fantasías memorables y Un modelo para la muerte (ambos publicados en 1946), Crónicas de H. Bustos Domecq (1967) y Nuevos cuentos de H. Bustos Domecq (1977). En colaboración con Silvina Ocampo escribió Los que aman, odian, una novela policiaca.
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OBRA
Tanto en novelas como en cuentos y guiones de películas, Bioy Casares abordó mitos clásicos revividos en la modernidad, aspectos paranormales de la vida y la psicología del amor. Entre sus títulos destaca la novela La invención de Morel (1940), prologada por Jorge Luis Borges, que marca el verdadero inicio de su carrera literaria y que será su obra más famosa y se convertirá en un clásico de la literatura contemporánea. La invención de Morel es una desesperada historia de amor entre dos seres que viven en tiempos y dimensiones distintos; en ella pueden apreciarse las cualidades más sobresalientes de la literatura de Bioy Casares, como su gusto por los argumentos fantásticos, su preocupación por las relaciones humanas y la soledad del individuo, así como la problemática amorosa. Otras obras dignas de mención son Plan de evasión (1945), El sueño de los héroes (1954), Diario de la guerra del cerdo (1969, llevada al cine por Leopoldo Torre Nilsson en 1975), Dormir al sol (1973), La aventura de un fotógrafo en La Plata (1985) y Un campeón desparejo (1993), y sus colecciones de cuentos El perjurio de la nieve (1944), La trama celeste (1948), Historia prodigiosa (1956), Guirnalda con amores (1959), El héroe de las mujeres (1978), Historias desaforadas (1986) y Una muñeca rusa (1991). Publicó parcialmente sus Memorias (el primer volumen en 1994) y el guión de dos películas escritas con Borges: Los orilleros y El paraíso de los creyentes. Bioy Casares murió a los 84 años; sus restos fueron enterrados en el cementerio bonaerense de la Recoleta. En 2001 se publicaron parte de sus diarios íntimos bajo el título Descanso de caminantes.
Entre otros galardones y distinciones, recibió, en 1975, el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores. En 1981 fue nombrado Miembro de la Legión de Honor de Francia y en 1990 se le concedió el Premio Cervantes.

Armando Discépolo
Armando Discépolo (1887-1971), escritor y director de teatro argentino, nacido y fallecido en Buenos Aires.
Muy influido por el grotesco italiano y por la ironía de Luigi Pirandello, se lo considera uno de los fundadores del ‘grotesco criollo’ (véase Literatura argentina). Sus obras transcurren normalmente en ambientes propios de inmigrantes pobres y estudian el habla popular de los barrios bajos. Destaca en la pequeña forma del sainete, donde se roza con el mundo de las letras de tango, uno de cuyos principales autores fue su hermano Enrique Santos Discépolo.
Dirigió numerosas compañías teatrales y tuvo a su cargo la sección de teatro de Radio El Mundo. Por su obra, en 1966, recibió el Gran Premio de Teatro del Fondo Nacional de las Artes, que compartió con la actriz Milagros de la Vega.
Entre sus obras cabe recordar las siguientes: Entre el hierro (1910), La torcaza (1911), El rincón de los besos (1911), La fragua (1912), El reverso (1916), El vértigo 1919), Mateo (1923, llevada al cine por el director Daniel Tinayre en 1937), Hombres de honor (1923), Muñeca (1924), Babilonia (1925), El organito (1925), Patria nueva (1926), Stéfano (1928), ¡Levántate y anda! (1929), Amanda y Eduardo (1931), Cremona (1932) y El relojero (1934).



Bernardo Kordon
Bernardo Kordon (1915-2002), narrador y ensayista argentino. Con una aparente querencia en el realismo y el costumbrismo, la influencia de la novela norteamericana contemporánea (notoriamente de John Dos Passos) y de aspectos del montaje cinematográfico, lo llevaron a experimentar narraciones muy abiertas, donde prima la observación de la vida marginal, los pobres y los desclasados, los ambientes suburbanos y el mundo de la picaresca ciudadana.
Nació el 11 de noviembre de 1915 en Buenos Aires. Viajero incansable, recorrió buena parte de América, Europa y Asia, dejando testimonio de sus andanzas en textos como El teatro chino tradicional y Seiscientos millones y uno (1958), relativo a recorridos por la China posrevolucionaria en tiempos de Mao Zedong. En 1969 debió exiliarse una temporada en Chile por motivos políticos. Varias de sus narraciones fueron llevadas al cine.
Entre sus títulos se cuentan La vuelta de Rocha (1936), Un horizonte de cemento (1940), La reina de Plata (1946), De ahora en adelante (1952), Domingo en el río (1960), Vencedores y vencidos (1968), Hacele bien a la gente (1968) o Manía ambulatoria (1978). Bernardo Kordon falleció el 2 de febrero de 2002 en Santiago (Chile).


Bernardo Verbitzky
Bernardo Verbitzky (1902-1979), narrador, poeta y ensayista argentino, nacido en Buenos Aires. Ejerció el periodismo en los diarios Crítica y Noticias Gráficas y la revista Davar. Dirigió la colección Letras Argentinas de la editorial Paidós. Obtuvo en 1941 el Premio Ricardo Güiraldes de novela.
La obra de Verbitsky se encuadra netamente en los marcos del realismo, por sus observaciones sobre la sociedad urbana argentina y el registro de modos del habla, costumbres e ideologías de la Argentina moderna.
Lo principal de su producción son cuentos y novelas: Es difícil empezar a vivir (1941), Una pequeña familia (1951), Calles de tango (1953), Villa Miseria también es América (1957), Un hombre de papel (1966), La neurosis monta su espectáculo (1969), Enamorado de Joan Baez (1975).
Entre sus ensayos cuentan: Significación de Stefan Zweig (1942), El teatro de Arthur Miller (1959) y Hamlet y Don Quijote (1964).


Carlos Mastronardi
Carlos Mastronardi (1901-1978), poeta y ensayista argentino, nació en Gualeguay (Entre Ríos) y falleció en Buenos Aires. Inició estudios de Derecho en la capital argentina, estudios que abandonó para trabajar como periodista. Mientras su padre ejercía como cónsul de Italia en Entre Ríos, el escritor se dedicaba a recorrer su provincia y a tomar contacto con los más diversos estilos de vida, tanto urbana como rural.
Episódicamente ligado a la vanguardia de la revista Martín Fierro (véase Literatura argentina, Ricardo Güiraldes y Jorge Luis Borges), definió su poética apelando a una elocución de nitidez clásica, algo marcada por sus atentas lecturas del simbolismo francés.
Son motivos frecuentes en Mastronardi el ejercicio poético de la memoria; la idealización del pasado provinciano, sobre todo rural; la meditación sobre el sentido de la realidad y el paso del tiempo. Su verso es concentrado, riguroso y exquisito en el detalle. No cabe olvidar entre sus influencias la del Leopoldo Lugones de Odas seculares.
De su obra poética destacan Tierra amanecida (1926); Conocimiento de la noche (1937, que incluye su pieza más memorable, “Luz de provincia”), libro por el que obtuvo el Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires; y Siete poemas (1963). En 1961 reunió sus ensayos de crítica literaria en Formas de la realidad nacional. De 1955 es el ensayo, sobre el escritor Paul Valéry, titulado La infinitud del método (1955).


Conrado Nalé Roxlo
Conrado Nalé Roxlo (1898-1971), escritor y dramaturgo argentino nacido en Buenos Aires.
Cultivó la poesía, el teatro y el periodismo simultáneamente con humorismo y tono costumbrista bajo los seudónimos de Chamico y Alguien.
Como crítico y humorista escribió obras tales como: La medicina vista de reojo (1952), Libro de quejas y Mi pueblo —ambas de 1953—, Sumarios policiales (1955) y Las puertas del purgatorio (1956).
En su Antología apócrifa (1943) parodió y recreó diversos estilos literarios: el culteranismo, el humildismo de Evaristo Carriego, la prosa de Valle-Inclán o el modernismo, etcétera.
También alcanzó el éxito con sus obras de teatro; entre las principales podemos citar: La cola de la sirena y Una viuda difícil —ambas de 1944—y El pacto de Cristina (1943).
En estas obras plantea cómo los seres humanos desean lo maravilloso, pero si lo consiguen, comprueban que no lo pueden soportar. En La cola de la sirena un hombre se enamora y se casa con una sirena pero cuando ésta se comporta como una mujer normal, el hombre se decepciona.


Eduardo González Lanuza
Eduardo González Lanuza (1900-1984), poeta, ensayista y ocasional dramaturgo argentino, que ha de considerarse tal aunque haya nacido en Santander (España), pues se afincó en Buenos Aires desde los nueve años, donde realizó estudios de química. Se adhirió al comunismo y a la vanguardia en su vertiente del ultraísmo. Colaboró en las revistas Prisma, Proa y Martín Fierro junto con Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo.
Su poesía evoluciona desde un vanguardismo muy impregnado de futurismo hacia formas más libres y menos escolásticas, a través de títulos como Treintaitantos poemas (1932), La degollación de los inocentes (1938), Transitable cristal (1943), Oda a la alegría y otros poemas (1949), y Suma y sigue (1960).
En prosa cuenta Aquelarre (1928), una monografía sobre el pintor Horacio Butler y un par de libros de reminiscencias, Cuando el ayer era mañana (1954) y Los martinfierristas (1961).
En 1960 obtuvo el Premio Nacional de Literatura.


Eduardo Mallea
Eduardo Mallea (1903-1982), escritor y diplomático argentino, destacado por el carácter psicológico y existencialista de sus obras.
Nacido en Bahía Blanca en el seno de una familia liberal y provinciana, adoptó una actitud crítica ante esta sociedad decadente y acomodaticia. Marchó joven a Buenos Aires y se adhirió al grupo martinferrista. Fue amigo del escritor argentino Ricardo Güiraldes y del mexicano Alfonso Reyes. Su primera colección de relatos breves, Cuentos para una inglesa desesperada (1926), tenían un tono más bien ligero, que cambió en otros cuentos más profundos, como los de Nocturno europeo (1934).
Durante la década de 1940 se sitúa su principal producción centrada en problemas nacionales y presentando a unos individuos categorizados entre “lo visible” —falsos valores, vida social— y “lo invisible” —la vida interior— algunas de las novelas de este periodo son La bahía del silencio (1940), Todo verdor perecerá (1941), Las Águilas (1943) o La torre (1951). Mallea se enfrenta en todas sus obras con el doble imperativo de incorporar a su temática la crisis espiritual de nuestros días y de modernizar, al mismo tiempo, la técnica narrativa para adecuarla al nuevo contenido. A partir de la mitad de la década de 1950, en cambio, se centró en el ensayo y el cuento. Entre sus obras narrativas destacan, además, La barca de hiel (1967) y Gabriel Andoral (1971). Mallea está considerado como el creador de la novela urbana que hasta él pocos autores latinoamericanos habían cultivado. Muy pegado al ensayo ya que se extiende en demasiadas consideraciones filosóficas y sociológicas su obra es un testimonio de denuncia de la vaciedad y frustración en la que la sociedad —el peronismo— hunde al individuo.



Ernesto Sábato
Ernesto Sábato (1911- ), novelista, científico, periodista y ensayista argentino, cuya obra se caracteriza por un profundo análisis intelectual sobre la difícil separación entre las nociones del bien y del mal, y por un estilo brillante e inquietante.
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VIDA
Nació en Rojas (Buenos Aires) en el seno de una familia de inmigrantes italianos. Se licenció en Física y Matemáticas en la Universidad de La Plata; después de doctorarse en 1938 en esta misma universidad, viajó a París con una beca para estudiar las radiaciones en los laboratorios Joliot-Curie. Entró en contacto con el surrealismo, experiencia trascendente en su vida, ya que decidió adentrarse en los territorios más oscuros del arte apoyándose en el lenguaje del inconsciente y en los métodos del psicoanálisis. Tras una estancia de un año en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), donde prosiguió sus estudios de Física, regresó a Argentina en 1940 como profesor de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Comenzó a colaborar en diversas publicaciones, entre ellas la revista Sur, recibiendo el apoyo y el aliento de figuras tan importantes como Pedro Henríquez Ureña y Victoria Ocampo. En 1943, después de una grave crisis existencial, decidió renunciar a su cátedra en la universidad, abandonar la ciencia y dedicarse por entero a las letras y la pintura. En 1945 publicó unos artículos en el periódico La Nación atacando el régimen de Perón, por lo que se vio forzado a abandonar la enseñanza.
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OBRA
Estuvo retirado durante un año y el resultado fue el libro Uno y el universo (1945), una colección de artículos políticos y filosóficos en los que censuraba la moral neutral de la ciencia heredada del siglo XIX. Esta desconfianza en la ciencia le llevó a investigar sobre las posibilidades que ofrecería la literatura para analizar problemas existenciales; el fruto de esa reflexión fue la novela El túnel (1948), donde el narrador describe una historia de amor y muerte en la que muestra la soledad del individuo contemporáneo. A Sábato le interesa reflexionar sobre la locura, comprender el motivo por el cual el protagonista mata a la mujer que ama y que es su única vía de salvación. La obra tuvo una gran aceptación y sirvió para calificar a su autor como una inquietante y original personalidad literaria.
Los ensayos Hombres y engranajes (1951) y Heterodoxia (1953) fueron sus siguientes publicaciones. En general, en su obra ensayística se ocupa de cuestiones como la civilización tecnocrática, la presión del Estado sobre el individuo, la creación literaria, la injusticia y, en última instancia, su propia experiencia vital. En 1961 apareció Sobre héroes y tumbas, considerada la mejor novela argentina del siglo XX, que consagró a su autor como un escritor universal. En ella quiso indagar “las verdades últimas (y muchas veces atroces) que hay en el subsuelo del hombre” vertió sus obsesiones personales en una clara introspección autobiográfica en medio de las reflexiones sobre la historia argentina; todo a lo largo de la obra se va haciendo negativo, pesimista, sin salida. La novela muestra a los últimos representantes de una familia oligárquica venida a menos, en la que se intercala la historia de los seguidores del general Lavalle que una vez derrotados llevaron el cuerpo muerto de su jefe al exilio; en un tercer plano argumental pero vertebrador de la estructura del libro e imprescindible para el conocimiento del personaje central, Fernando, está el “Informe para ciegos” que a veces se ha publicado como pieza autónoma; se trata de una pesadilla que sufre Fernando culpándose por un incesto cometido y que lleva al autor a introducirse en los abismos infernales más perturbadores, combinando elementos tomados del surrealismo, Nietzsche, Jung y Freud. Sobre héroes y tumbas es una obra difícil, densa, con una estructura compleja, en la que se entremezclan la reflexión filosófica y las vivencias autobiográficas con la fabulación literaria y la indagación histórica.
Aún siguió reflexionando sobre las posibilidades de la novela en Abaddón y el exterminador (1974) de corte autobiográfico más acusado, con una estructura narrativa aparentemente fragmentaria, y de argumento apocalíptico en el cual las potencias maléficas rigen el universo y es inútil la resistencia.
Su compromiso civil, en defensa de la democracia y del respeto a los derechos humanos, se muestra en ensayos como El otro rostro del peronismo, El caso Sábato, Torturas y libertad de prensa, Carta abierta al general Aramburu (1956), La cultura en la encrucijada nacional (1976); en 1985 presidió la Comisión Nacional sobre la desaparición de Personas, que publicó el informe Nunca más sobre la represión llevada a cabo en Argentina por los gobiernos militares desde 1976 a 1983. Toda su reflexión sobre la literatura y especialmente sobre la novela la ha plasmado en ensayos tan significativos como El escritor y sus fantasmas (1963) y Aproximación a la literatura de nuestro tiempo: Robbe-Grillet, Borges, Sartre (1968).
Sábato ha recibido numerosas distinciones, entre ellas el Premio Médici, la Gran Cruz al Mérito Civil de España (1978), el nombramiento de Caballero de la Legión de Honor de Francia (1979), el Premio Gabriela Mistral (1984), el Premio Cervantes (1984) y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes (2002). Desde hace años, la pérdida progresiva de la vista le ha alejado de la escritura, aunque ha redescubierto la pintura y a ella dedica gran parte de su tiempo. No obstante, en 1999 publicó Antes del fin, un relato de carácter biográfico en el que despliega con crudeza los pensamientos y vivencias que han jalonado su vida, y en 2004 publicó España en los diarios de mi vejez.



Ezequiel Martínez Estrada
Ezequiel Martínez Estrada (1895-1964), poeta, narrador, dramaturgo y ensayista argentino, ejerció una notable influencia en los escritores jóvenes de su país.
Nacido en San José de la Esquina, provincia de Santa Fe, trabajó en la docencia e impartió sus clases en el Colegio Nacional de La Plata y en la Universidad Nacional de Buenos Aires. Compaginó esta actividad con la de funcionario público. En los primeros años de la Revolución Cubana residió en La Habana en calidad de publicista. Sus inicios como poeta lo sitúan en la herencia del modernismo, sobre todo por influjo de Leopoldo Lugones. Más tarde, sus ensayos sobre la identidad nacional argentina acusan lecturas de los filósofos alemanes Oswald Spengler y Friedrich Nietzsche. En las narraciones y dramas se vincula con el mundo angustioso y sombrío del existencialismo. En sus últimos años, su pesimismo histórico se transformó en un apoyo a posiciones socialistas y defensoras del tercer Mundo.
Su obra poética comprende Oro y piedra (1918), Nefelibal (1922) y Motivos del cielo (1924). Para el teatro escribió Títeres de pies ligeros (1929) y Sombras (1940). La crítica lo estima sobre todo por sus narraciones reunidas en Sábado de gloria (1956), Marta Riquelme (1956) y La tos (1957), y por su influyente ensayística, que aparece en títulos como Radiografía de la Pampa (1933, el más conocido), La cabeza de Goliat (1940), Sarmiento (1946), Muerte y transfiguración de Martín Fierro (1948), Análisis funcional de la cultura (1960) y En Cuba y al servicio de la revolución cubana (1963). En 1966 se publicó de forma póstuma Martí, el héroe y su acción revolucionaria. Falleció en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.


Francisco Defilippis Novoa

Francisco Defilippis Novoa (1890-1930), escritor argentino de vanguardia, nacido en Paraná (Entre Ríos), que muestra en sus obras dramáticas un espíritu renovador y una honda preocupación por el destino del ser humano.
Su producción puede dividirse en tres periodos. En el primero aparecen —entre otras— Madre Tierra y La pequeña felicidad, ambas de 1912. En el segundo su obras aún tienen las características de un realismo romántico, pero, a partir de 1925, se muestra un nuevo teatro con la influencia de los conceptos de las vanguardias literarias europeas; es de esta época Los caminos del mundo (1925). Pero es en el último periodo, en su obra He visto a Dios (1930), donde el autor se obsesiona con la búsqueda del ‘hombre nuevo’ que sea capaz de dejar sus odios y egoísmos y pueda penetrar en su propio corazón.


Horacio Rega Molina
Horacio Rega Molina (1899-1957), escritor argentino nacido en San Nicolás de los Arroyos (provincia de Buenos Aires), ciudad que aparece reflejada, con cierto tono autobiográfico, en sus poemas de Víspera del buen amor (1925).
Fue profesor de enseñanza secundaria, periodista, crítico literario, ensayista y dramaturgo, pero fue a la poesía a la que se dedicó especialmente.
Los temas de su preferencia son: lo descriptivo, el enfoque lírico y realista del paisaje y su pasión por lo nacional, y entre otras merecen citarse algunas obras en las que éstos aparecen: La hora encantada (1919), Poemas de la lluvia (1922), Azul de mapa (1935) —obtuvo el Premio P. E. N. Club—, Oda provincial (1940), Patria del campo (1946) y Sonetos de mi sangre (1951).


Jacobo Fijman
Jacobo Fijman (1898-1970), poeta argentino, nacido en la Besarabia rusa y radicado en Buenos Aires desde 1903. Trabajó como periodista, hizo un viaje europeo en 1928 y formó parte del grupo de vanguardia Martín Fierro vinculándose con Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo.
Desempeñó menesteres ínfimos, como peón de campo y violinista callejero. Convertido del judaísmo al catolicismo, colaboró en revistas religiosas como Criterio, Número (dirigida por Julio Fingerit) y Arx. Su misticismo se convirtió en psicosis delirante y fue internado varias veces en hospitales psiquiátricos, definitivamente en 1945. Aparece como personaje clave en novelas como Adán Buenosayres de Leopoldo Marechal y El que tiene sed de Abelardo Castillo.
Su poesía ha sido vinculada frecuentemente con el surrealismo. Su libro más característico es Molino rojo (1926).


Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges (1899-1986), escritor argentino cuyos desafiantes poemas y cuentos vanguardistas lo consagraron como una de las figuras prominentes de las literaturas latinoamericana y universal.
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LA VIDA DE UN CREADOR
Nació el 24 de agosto de 1899 en Buenos Aires. Hijo de un profesor, fue educado en casa, junto a su hermana Nora, por una institutriz inglesa; no fue al colegio hasta 1909. En 1914 el padre, aquejado de una enfermedad ocular heredada de la familia y que también afectará a Borges hasta dejarlo ciego, decidió viajar a Suiza para consultar a un oftalmólogo. La idea era permanecer en Ginebra unos meses, pero en agosto estalló la I Guerra Mundial y la estancia se prolongó durante cuatro años. Borges estudió allí el bachillerato (1914-1918) y perfeccionó el francés, idioma en que se impartían las asignaturas. También estudió, por su cuenta, alemán, armado de un diccionario inglés-alemán. De esa época data su conocimiento de Schopenhauer, a quien siempre admiró. A finales de 1918, los Borges se trasladaron a España, primero a Barcelona y luego a Palma de Mallorca. De allí pasaron a Sevilla, donde Borges se inició en la corriente ultraísta (véase Ultraísmo). En Madrid conoció a Rafael Cansinos Assens, a quien consideró su maestro. En España escribió algunas composiciones de las que abjuraría después, negándose a incluirlas en sus obras completas.
En marzo de 1921 la familia regresó a Buenos Aires. Ese reencuentro, después de varios años de ausencia, causó una profunda conmoción en Borges, que en su Autobiografía comenta: “Aquello fue algo más que un regreso al hogar; fue un redescubrimiento. Fui capaz de ver a Buenos Aires con avidez y vehemencia porque había estado fuera mucho tiempo. La ciudad, no toda la ciudad, por supuesto, sino algunos pocos lugares que emocionalmente me significaban algo, inspiraron los poemas de mi primer libro Fervor de Buenos Aires”. Esa fascinación influyó en la composición de otros libros como Luna de enfrente (1925); Cuaderno San Martín (1929), que recibió el segundo Premio Municipal de Literatura, y Evaristo Carriego (1930). Durante esos años formó un pequeño grupo ultraísta y participó en la creación o redacción de varias revistas más o menos efímeras, como Prisma (1921-1922), Proa (1922-1926) y Martín Fierro. También colaboró en Nosotros, revista de mayor enjundia. De esa época datan sus relaciones con Ricardo Güiraldes, Macedonio Fernández, Alfonso Reyes y Oliverio Girondo.
A principios de la década de 1930, Victoria Ocampo le pidió que entrara a formar parte del comité de redacción de la revista Sur. En casa de esta escritora, en 1932, conoció a Adolfo Bioy Casares, con el que colaboró en diversas ocasiones. Borges también participó en el suplemento literario de La Nación. De 1932 es su libro de ensayos Discusión. Poco después, en un suplemento de la revista Crítica, publicó bajo seudónimo su primer cuento importante, titulado Hombre de la esquina rosada, incluido después en Historia universal de la infamia (1935). A mediados de la década de 1930 empezó a escribir para El Hogar, donde se ocupó de la sección de libros y autores extranjeros, escribiendo reseñas y semblanzas. En 1936 apareció Historia de la eternidad. Un año más tarde entró a trabajar de primer asistente en la biblioteca Miguel Cané, experiencia que le inspiró el cuento La biblioteca de Babel. En 1946, con Perón ya en el poder, se le informó que había sido trasladado a otro departamento y nombrado “inspector de aves, conejos y huevos”. Borges renunció a su puesto.
En 1950 alcanzó la presidencia de la Sociedad Argentina de Escritores, cargo que ostentó hasta 1953. En 1955 se incorporó a la Academia Argentina de Letras y fue nombrado director de la Biblioteca Nacional, cargo que ocupó hasta 1973. A partir de 1955 trabajó como profesor de Literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires. En 1956 recibió el Premio Nacional de Literatura. Hacia 1960 su obra era valorada universalmente como una de las más originales de la literatura hispanoamericana. A partir de entonces se sucedieron los premios y los reconocimientos. En 1961 compartió el Premio Formentor con Samuel Beckett, y en 1980 el Cervantes con Gerardo Diego. Murió en Ginebra, el 14 de junio de 1986.
Sus posturas políticas evolucionaron desde el izquierdismo juvenil al nacionalismo y después a un liberalismo escéptico, desde el que se opuso al fascismo y al peronismo. Fue censurado por permanecer en Argentina durante las dictaduras militares de la década de 1970, aunque jamás apoyó a la Junta militar. Con la restauración democrática en 1983 se volvió más escéptico.
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LA OBRA
A lo largo de toda su producción, Borges creó un mundo fantástico, metafísico y totalmente subjetivo. Su obra, exigente con el lector y de no fácil comprensión, debido a la simbología personal del autor, ha despertado la admiración de numerosos escritores y críticos literarios de todo el mundo. Describiendo su producción literaria, el propio autor escribió: “No soy ni un pensador ni un moralista, sino sencillamente un hombre de letras que refleja en sus escritos su propia confusión y el respetado sistema de confusiones que llamamos filosofía, en forma de literatura”.
La obra literaria de Borges se divide en tres vertientes, el ensayo filosófico y literario, la poesía y el cuento, al que acaso deba, en mayor medida, su celebridad. No obstante, no siempre resulta fácil deslindar unos géneros de otros; de hecho, en algunos libros como El hacedor (1960) o El oro de los tigres (1972), Borges combinó la prosa con el verso.
Borges se inició en el campo de las letras con tres libros de poesía y varias obras de ensayo. Sus primeros poemas, de temática argentina y verso libre, son más vanguardistas en métrica y lenguaje que sus escritos de años posteriores. Poco a poco, Borges fue incorporando formas de poesía rimada, sobre todo el soneto, del que es un consumado maestro. En su evolución tuvo su parte de importancia, amén de su evolución personal, su progresiva ceguera, que le impidió seguir escribiendo como hasta entonces, tal y como él mismo explica en su Autobiografía: “Como no podía hacer borradores, tuve que apoyarme en la memoria. Es más fácil, obviamente, recordar el verso que la prosa y más fácil recordar la versificación regular que el verso libre. El verso regular es, por decirlo de alguna manera, transportable; uno camina por la calle o viaja en un subterráneo al tiempo que compone y pule un soneto, porque la rima y la métrica poseen virtudes nemotécnicas”. Es, a partir de entonces, cuando empieza a escribir y publicar sus mejores colecciones de versos, El otro, el mismo (1964); Elogio de la sombra (1969); El oro de los tigres (1972); La rosa profunda (1975); La moneda de hierro (1976); Historia de la noche (1977) y sus espléndidas dos últimas colecciones La cifra (1981) y Los conjurados (1985). En todos esos poemarios aparecen algunos temas y motivos recurrentes, también presentes en muchos de sus cuentos, como los espejos, los laberintos, los tigres, el contraste —a su juicio desdichado— entre el glorioso destino de sus antepasados guerreros y el suyo de hombre de letras, el encomio de los aceros y de las espadas, el fervor por la literatura islandesa, la paradoja del tiempo y la identidad personal, la ceguera, la muerte y el horror ante el concepto de inmortalidad.
A finales de 1938, después de sufrir un aparatoso accidente subiendo unas escaleras, escribe un relato que cambiaría el curso de su producción literaria, Pierre Menard, autor de Quijote, incluido por el autor en Ficciones (1944), una de sus colecciones de cuentos más importantes. A partir de entonces, se intensifica su siempre marcado interés por la literatura fantástica. En Ficciones se incluyen algunos de sus relatos más conocidos como La biblioteca de Babel y El jardín de los senderos que se bifurcan. En 1944 publica Artificios, que incluye el celebérrimo cuento Funes el memorioso, basado en sus largas noches de insomnio, y en 1949 aparece quizá su mejor colección de relatos, El Aleph. De 1970 es El informe de Brodie, que incluye uno de sus cuentos favoritos, La intrusa. Otro de sus grandes libros de cuentos es El libro de arena (1975), que se abre con un relato típicamente borgiano, El otro, en el que un Borges ya anciano, sentado en un banco a orillas del río Charles, en Boston, coincide con su propio yo juvenil. Ambos entablan conversación, pero apenas coinciden en sus opiniones: “Medio siglo no pasa en vano. Bajo nuestra conversación de personas de miscelánea lectura y gustos diversos, comprendí que no podíamos entendernos. Éramos demasiado distintos y demasiado parecidos”.
También es digna de mención su actividad como traductor, prologuista (los prólogos de Borges son siempre piezas de alta literatura) y antólogo, así como las numerosas obras escritas en colaboración, en especial los cuentos policiacos firmados con Adolfo Bioy Casares y Antiguas literaturas germánicas (1951) con Cecilia Ingenieros. Con Bioy Casares publicó también una celebrada Antología de la literatura fantástica (1940).
Borges fue un devorador de conocimientos y estudió con detenimiento y profundidad la obra de un gran número de escritores y pensadores, especialmente los de lengua inglesa y los españoles del siglo de oro; entre los primeros se encuentran Chesterton, Joseph Conrad, Robert Louis Stevenson, Rudyard Kipling, Thomas de Quincey, y entre los segundos, Francisco de Quevedo y Miguel de Cervantes, especialmente su Quijote. Así, de todo este rico panorama extrajo no solamente motivos e ideas, sino que incluso rehizo fragmentos apócrifos pasados por su universo literario.



José Bianco
José Bianco (1909-1986), narrador, ensayista y traductor argentino, nacido en la capital federal. Cursó estudios de derecho y, entre 1937 y 1961, fue secretario de la revista Sur, que dirigía Victoria Ocampo, de la cual se apartó por divergencias políticas.
Fue director de colecciones en la editorial Eudeba de Buenos Aires. En numerosos viajes a Europa trabó conocimiento con intelectuales, como Julien Benda y André Gide. Entre sus traducciones figuran relatos de Henry James, ensayos de Paul Valéry y La cartuja de Parma de Stendhal.
Sus ensayos críticos, en buena parte aún dispersos, se refieren a la obra de escritores como Domingo Faustino Sarmiento, José Ortega y Gasset, Marcel Proust y Jules Romains. Su obra narrativa es apretada y comienza con los cuentos de La pequeña Gyaros (1932), sigue con dos narraciones breves, Sombras suele vestir (1941) y Las ratas (1943), para desaguar en una novela extensa, La pérdida del reino (1972), donde retrata, con sutil psicologismo, a la burguesía ilustrada de Buenos Aires.

Juan Laurentino Ortiz
Juan Laurentino Ortiz (1896-1978), poeta argentino conocido por el apodo de Juanele, uno de los temas centrales de su producción es la relación entre el hombre y el paisaje.
Nacido en Puerto Ruiz, vivió su infancia en el medio rural de la Mesopotamia argentina y residió de joven en Buenos Aires, donde se vinculó a los ambientes políticos e intelectuales del anarquismo. Vuelto a su provincia natal de Entre Ríos, trabajó como empleado público y llevó una vida retirada que no le impidió ejercer una notable influencia estilística sobre las jóvenes generaciones.
Se inició bajo la influencia de la poesía intimista posterior al modernismo para después evolucionar hacia acentos más personales, entre los que destaca un sentimiento cósmico del paisaje y un humanitarismo solidario. Apartado de los círculos literarios, su obra tuvo escasa difusión y se publicó de manera dispersa en varios poemarios (El agua y la noche, El alba sube, El ángel inclinado, La rama hacia el Este, El álamo y el viento, El aire conmovido, La mano infinita y La brisa profunda) que en 1971 se reunieron en tres volúmenes bajo el título En el aura del sauce. Falleció en la ciudad argentina de Paraná.


Julio Cortázar
Julio Cortázar (1914-1984), escritor argentino que fue un renovador del género narrativo, especialmente del cuento breve, tanto en la estructura como en el uso del lenguaje. Aunque nació en Bruselas, vivió en París la mayor parte de su vida —ciudad en la que murió— y en 1981 se nacionalizó francés, como protesta ante la toma del poder de las diferentes juntas militares en Argentina, es un autor argentino plenamente integrado en la literatura hispanoamericana.
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VIDA
Nació en Bruselas, pero sus padres se trasladaron a Buenos Aires en 1918, instalándose en el suburbio de Banfield, donde su madre pasó graves apuros para educarlo a él y a su hermana menor, una vez que el padre los abandonó. En ese lugar vivió Cortázar de los cuatro a los diecisiete años, y de él ha escrito: “Ese era mi reino, y he vuelto a él, lo he evocado en algunos cuentos, porque aún hoy lo siento muy presente, muy vivo”. Estudió en la Escuela Normal de Profesores, obteniendo el título de Profesor de Letras. Entre 1939 y 1945 enseñó Lengua y Literatura Francesa en varios institutos de la provincia de Buenos Aires, y más tarde, en la Universidad de Cuyo. En 1946, tras la llegada de Juan Domingo Perón al poder, renunció a su cargo. En 1949 viajó por primera vez a Europa; en 1951 consiguió una beca para realizar estudios en París, y ya en esta ciudad pasó a ser traductor de la UNESCO, trabajo que desempeñó hasta su jubilación. También realizó importantes traducciones literarias, entre las que destacan los Cuentos de Edgar Allan Poe o Robinson Crusoe de Daniel Defoe. Un rasgo importante de su vida es que a raíz de un viaje que realizó a Cuba, invitado por Fidel Castro, se convirtió en gran defensor y divulgador de la causa revolucionaria cubana, como años más tarde haría con la Nicaragua sandinista. Mantuvo, a lo largo de su vida, un compromiso político activo, sobre todo en defensa de los derechos humanos. Formó parte del Tribunal Russell II que, en 1973, juzgó en Roma los crímenes llevados a cabo por las dictaduras latinoamericanas. Resultado de esta actividad fue su libro Dossier Chile: el libro negro. En 1981 se le diagnosticó una leucemia que le causaría la muerte en 1984.
Viajero impenitente e intelectual abierto, fue uno de los protagonistas del boom de la literatura latinoamericana. Estos escritores consiguieron, a través de sus encuentros literarios y conferencias en diversos foros tanto de Estados Unidos como de Europa, sus relaciones con editoriales, sus colaboraciones con la prensa europea, un reconocimiento internacional para su obra, que, sin renunciar a sus raíces culturales, se universalizó tanto en temas como en estilos. Así, lo que empezó siendo un lanzamiento editorial de una nueva narrativa se convirtió en una presencia renovadora constante de la literatura, debido, por supuesto, a la calidad de las obras.
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OBRA
Gran parte de su obra constituye un retrato, en clave surrealista, del mundo exterior, al que considera como un laberinto fantasmal del que el ser humano ha de intentar escapar. En ese sentido, en el desarrollo de su narrativa fue importante el descubrimiento en 1932 de la obra de Jean Cocteau Opio, que le dio a conocer el surrealismo. En 1938 publicó bajo el seudónimo de Julio Denis un libro de poemas titulado Presencias, que nunca quiso volver a editar. Una de sus primeras obras, Los reyes (1949), es un poema en prosa centrado en la leyenda del Minotauro. El tema del laberinto reaparece en Los premios (1960), una novela que gira alrededor del crucero que gana un grupo de jugadores en un sorteo, y que se va convirtiendo a lo largo del relato en una auténtica pesadilla.
El Cortázar de los cuentos ha creado escuela por sus propuestas sorprendentes, su aprovechamiento de los recursos del lenguaje coloquial y sus atmósferas fantásticas e inquietantes que pueden emparentarse con las de los relatos de su compatriota Jorge Luis Borges, que en 1946 publicó su primer relato, Casa tomada. El ritmo del lenguaje recuerda constantemente la oralidad y, por lo tanto, el origen del cuento: leídos en voz alta cobran otro significado. Lo curioso de estos relatos es que el lector siempre queda atrapado, a pesar de la alteración de la sintaxis, de la disolución de la realidad, de lo insólito, del humor o del misterio, y reconstruye o interioriza la historia como algo verosímil.
Entre las colecciones de cuentos más conocidas se encuentran Bestiario (1951); Las armas secretas (1959), uno de cuyos relatos, “El perseguidor”, se ha convertido en un referente obligado de su obra; Todos los fuegos el fuego (1966); Octaedro (1974), que incluye el inquietante relato “Cuello de gatito negro”, y Queremos tanto a Glenda (1981). Entre el relato y el ensayo imaginativo de difícil clasificación se encuentran Historias de cronopios y de famas (1962), breves narraciones que insisten desde el humor en la necesidad imperiosa de “ablandar un poco el ladrillo todos los días”, es decir, romper la dureza del lugar común, abrir resquicios hacia un mundo, el de lo fantástico, que las convenciones ocultan o se resisten a admitir; La vuelta al día en ochenta mundos (1967) o Último round (1969), estos últimos concebidos como libros de miscelánea, en los que se entrecruzan poemas, cuentos, recortes periodísticos, citas, textos recogidos de la calle, como es el caso de las pintadas del mayo francés comentadas en Último round. También escribió algunos poemarios como Presencia (1938), Pameos y meopas (1971) o Salvo el crepúsculo (póstumo, 1985).
Siguiendo la tradición inaugurada por Edgar Allan Poe, Cortázar ha escrito breves ensayos, como Algunos aspectos del cuento, en el que establece las diferencias entre novela, que implica varios acontecimientos en sucesión, y cuento, un acontecimiento principal que sirve de núcleo alrededor del cual se articulan las acciones del personaje y todos aquellos elementos significativos que, como la metáfora, el símbolo o las referencias a determinados objetos o situaciones, anuncian al mismo tiempo que, creando pistas inciertas o ambiguas (origen de la tensión del relato o intriga), ocultan el desenlace. Aplicando la terminología del boxeo, Cortázar dice que la novela gana por puntos, y el cuento, por knock-out. Insiste en la necesidad de condensación y en que no hay temas importantes y temas insignificantes: cualquier tema, aun el más trivial (y para demostrarlo cita los cuentos de Chéjov), puede volverse significativo gracias a un buen tratamiento literario. Ejemplo de ello es el cuento “Continuidad de los parques”, en el que un hombre está leyendo una novela que narra cómo conspiran una mujer y su amante para matar al marido, que resulta ser el señor que lee la novela. Además de la constante de la mezcla de realidad y ficción, aparece aquí la figura del lector que, a su vez, es personaje del texto que lee. La llamada mise-en-abîme (la narración que contiene a su vez otra narración) es uno de los recursos tradicionales que Cortázar enriquece con su perspectiva más contemporánea.
3.1
Rayuela
Rayuela (1963), la obra que despertó la curiosidad por su autor en todo el mundo, compromete al lector para que él mismo pueda elegir el orden en el que leerá los capítulos: de manera sucesiva o siguiendo un esquema de saltos que el autor ofrece en el comienzo del libro, pero que no excluye –al menos hipotéticamente- otras alternancias posibles. Rompiendo de este modo con toda pauta convencional de linealidad narrativa y sugiriendo que el lector haga una incursión personal en el libro, Cortázar propone lo que la investigación lingüística y literaria ha llamado desconstrucción del texto. Al mismo tiempo, los discursos literarios, filosóficos, políticos y hasta eróticos que se insertan en la novela se corresponden en gran medida con cuestiones heredadas de la literatura del absurdo, concretamente de autores como Franz Kafka y Albert Camus.
Se trata de representar el absurdo, el caos y el problema existencial mediante una técnica nueva. El autor pretende echar abajo las formas usuales de la novela para crear una narración basada en una especie de ars combinatoria infinita por la cual se generan las múltiples lecturas capaces de articular la trama, la intriga, los personajes, el desdoblamiento autor-narrador (dualidad que, sin duda, remite una vez más a Cervantes como creador de la novela moderna) y hasta la reconstrucción de la cronología. Él mismo ha declarado que quería superar el falso dualismo entre razón e intuición, materia y espíritu, acción y contemplación, para alcanzar la visión de una nueva realidad, más mágica y más humana. Al final de la novela, en oposición a la novela clásica o tradicional, quedan interrogantes sin resolver: nada se cierra, todo está abierto a múltiples mundos.
Son muchas las influencias que se han encontrado en Rayuela. La idea de que la literatura es la falsificación de un modelo inexistente o imposible fue desarrollada tanto por Macedonio Fernández como por Ramón Gómez de la Serna. El cuestionamiento de los géneros literarios o desmontaje del cuerpo narrativo aparece, entre otros, en el cuentista uruguayo Felisberto Hernández. La función metaliteraria, es decir, la literatura que se sirve de sí misma como referencia, también aparece en Jorge Luis Borges. Preocupaciones literarias parecidas las tuvo el mismo Miguel de Cervantes al presentir la realidad como una ilusión. Cortázar llevó después estos planteamientos estéticos a su novela 62 / modelo para armar (1968), obra que toma su nombre del capitulo 62 de Rayuela, que no se lee si se sigue el orden fijado por el autor. Con el trasfondo político de la situación latinoamericana y de la vida de unos exiliados en París, pero con las mismas inquietudes literarias, publicó en 1973 El libro de Manuel, cuyos derechos destinó a la ayuda de los presos políticos en Argentina. Otras de sus obras son Silvalandia (1975), un conjunto de textos sobre cuadros de Julio Silva, Alguien que anda por ahí (1977), Deshoras (1982) o Los autonautas de la cosmopista (1983), escrito con su tercera mujer Carol Dunlop.


Leónidas Barletta
Leónidas Barletta (1902-1975), narrador, poeta, dramaturgo y director de teatro argentino, nacido en la capital federal. Se inició en el grupo de Boedo, contemporáneo de las vanguardias y el ultraísmo, y que se caracterizó por su defensa del realismo social y las ideas de izquierda. De militancia comunista (véase Comunismo), Barletta fundó y dirigió las revistas Conducta y Propósitos. En 1930 inauguró el Teatro del Pueblo, uno de los primeros dentro del movimiento del teatro independiente en la Argentina.
Entre sus libros de poemas, casi todos de su primera época, figuran: Canciones agrarias (1924), Las fraguas del amor (1924), Los pobres (1925) y María Fernanda (1926). Como narrador se le deben: Royal Circo (1927), La ciudad de un hombre (1943), El barco en la botella (1945), El hombre que daba de comer a su sombra (1957) y De espaldas a la luna (1964).
En el mundo del espectáculo, Barletta ensayó la dirección de cine y de teatro, dando a conocer a los clásicos griegos, españoles y argentinos, e incluso representando algunos dramas propios, como Odio (1931).



Leopoldo Marechal
Leopoldo Marechal (1900-1970), escritor argentino. Fue maestro de primeras letras y director de Bellas Artes. Hizo un par de viajes a Europa, antes y después de la II Guerra Mundial, colaboró en las revistas literarias de las vanguardias de la década de 1920, manifestando siempre su fe católica y simpatizando con el movimiento fundado por Juan Domingo Perón.
Su poesía se inicia en el ultraísmo, cultivando el verso libre en poemarios como Los aguiluchos (1922) y Días como flechas (1926). Luego evolucionó hacia una forma de clasicismo, volviendo a los modelos del siglo de Oro español: Odas para el hombre y la mujer (1929), Cinco poemas australes (1937) y, sobre todo, en Laberinto de amor (1936), El centauro (1940), Sonetos a Sophia (1940) y Heptámeron (1966). Véase Soneto y Romance.
Marechal ha explicado sus convicciones estéticas y políticas, que provienen del escolasticismo, en Descenso y ascenso del alma por la belleza (1939) y en Autopsia de Creso (1965). También ha dejado obras de teatro donde trata mitos clásicos en clave moderna: Antígona Vélez (1951) y Las tres caras de Venus (1966).
Su obra más singular es una extensa novela, Adán Buenosayres (1948), que ocurre en tres días en una Buenos Aires cotidiana que se convierte en un infierno, donde se encuentran huellas de Dante Alighieri y James Joyce. El uso combinado del habla callejera, las figuras clásicas y la poética de vanguardia le dan un perfil muy acusado y particular. Otras novelas suyas como El banquete de Severo Arcángelo (1965) y Megafón o la guerra (1970) también se insertan en su “mitología bonaerense”, según palabras de Julio Cortázar.



Macedonio Fernández
Macedonio Fernández (1874-1952), escritor argentino, nacido y fallecido en Buenos Aires. Cursó estudios jurídicos en su ciudad, siendo compañero de Enrique Larreta y del padre de Jorge Luis Borges. Ejerció durante veinte años como abogado y eventualmente como fiscal. Después llevó una vida ociosa y modesta, animando tertulias de café y participando en las reuniones y revistas de la vanguardia.
Parte de su obra se conoció póstumamente, en virtud de que dejó papeles sueltos y colaboraciones dispersas que, gracias a la labor de su hijo Adolfo de Obieta y de otros estudiosos de su literatura, acabaron reunidas en libro.
La influencia de Macedonio fue sobre todo oral y epistolar (se escribió largamente con William James y con Ramón Gómez de la Serna), aparte de proponer un ejemplo de contraliteratura, basado en el desmontaje y la parodia de los grandes géneros. Escritores notorios como Borges, Leopoldo Marechal y Julio Cortázar han reconocido la importancia de sus ideas, sus formulaciones sorprendentes y, sobre todo, de su ruptura con los lugares comunes y la solemnidad a través del humor. En sus ensayos se advierte una buena lectura de Henri Bergson y Sigmund Freud.
Escribió No toda es vigilia la de los ojos abiertos (1928), Papeles de recienvenido (1929), Una novela que comienza (1940), Poemas (1953), Museo de la novela de la Eterna (1967), Cuadernos de todo y nada (1972), Teorías (1974), Adriana Buenos Aires (1974), Epistolario (1976), Papeles antiguos (1981).



Manuel Mujica Láinez
Manuel Mujica Láinez (1910-1984), escritor argentino. Después de haber pasado una temporada en Inglaterra y Francia, donde realizó sus estudios medios, regresó a Argentina, desempeñándose como crítico de arte en el diario La Nación, como secretario del museo de Arte Decorativo (1937-1946) y como director de Relaciones Culturales (1955-1958).
Se inició con libros de evocación histórica del pasado español y argentino: Glosas castellanas (1936) y Don Galaz de Buenos Aires (1938), línea que continuó en sus biografías del romántico Miguel Cané y los poetas de la literatura gauchesca, Estanislao del Campo e Hilario Ascasubi.
Aparte de su trabajo como traductor de Marivaux, Molière, Racine y Shakespeare, su faceta más conocida es la de narrador. En ella ha sabido ordenar relatos que tienen personajes en común y forman una historia continuada y variable: Aquí vivieron (1949) es la saga de los habitantes de una casa; Misteriosa Buenos Aires (1951) narra la historia de la ciudad, a través de personajes históricos y fantásticos; en El viaje de los siete demonios (1974) evoca los siete pecados capitales en correspondientes viñetas históricas; y El escarabajo (1982) está protagonizado por una joya que pasa de mano en mano a través de los siglos.
Lo más característico de su producción es la serie de novelas que describen la elegante y, a la vez, grotesca decadencia de algunas grandes familias porteñas: Los ídolos (1953), La casa (1954), Invitados en El Paraíso (1955) y Los viajeros (1956). En ellas se han señalado influencias de Eça de Queirós, Virginia Woolf y Marcel Proust.
En el plano de la novela histórica, a veces mezclada con fuentes legendarias, cuentan: Bomarzo (1962), El unicornio (1965), El laberinto (1974) y De milagros y melancolías (1969), en las que también brilla una atmósfera cargada de sensualidad. Su obra más representativa es Bomarzo, un grandioso fresco del renacimiento italiano cuyo protagonista, que narra la historia en primera persona, es Pier Francesco Orsini, al que un enigmático horóscopo pronostica la inmortalidad. Por sus páginas, sembradas de relevantes acontecimientos históricos, como la coronación de Carlos V en Bolonia, desfilan importantes personajes reales, tanto del ámbito político y militar, como el propio emperador, o el rey de Francia Francisco I, así como destacados representantes de las letras y de las artes, como Pietro Aretino, Giorgio Vasari, Tiziano, Benvenuto Cellini o el propio Miguel Ángel. Basándose en esa novela, Mujica Láinez escribió el libreto de una ópera del mismo título, con música de Alberto Ginastera, que se estrenó en Washington en 1967.
Entre otras distinciones, Mujica Láinez recibió en 1955 el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores por su novela La casa, mientras Bomarzo obtuvo el Primer Premio Nacional de Literatura. Además, en 1982, recibió la Cruz de Caballero de la Legión de Francia.


Nicolás Olivari
Nicolás Olivari (1900-1966), poeta y narrador argentino, nació y falleció en Buenos Aires. En su juventud militó en los dos grupos de la vanguardia, conocidos superficialmente como Boedo y Florida (véase Literatura argentina). Se dedicó además al periodismo.
Sus procedimientos formales responden en parte al gusto de la vanguardia por los versos irregulares y el uso metódico de la metáfora (véase Figuras retóricas). En otro sentido, su poesía se aproxima al realismo, remontándose a los lejanos ejemplos medievales de François Villon y Juan Ruiz, por su observación pintoresca y picante de la vida popular y sus tipos más llamativos. Tampoco le es ajena la influencia de Charles Baudelaire.
Entre sus poemarios cabe mencionar La amada infiel (1926), La musa de la mala pata (1927), El gato escaldado (1929), Diez poemas sin poesía (1938) y Poemas rezagados (1948).
Entre los libros de narraciones (véase Cuento), menos importantes dentro de su producción, deben destacarse La mosca verde (1933), El hombre de la baraja y la puñalada (1936), Carne de sol (1952), La noche es nuestra (1952), Un negro y un fósforo (1959), Mi Buenos Aires querido (1966). En colaboración con Raúl González Tuñón escribió el texto teatral Dan tres vueltas y se van (1937).


Norah Lange
Norah Lange (1906-1972), escritora argentina, nacida en Buenos Aires, activa participante del grupo Martín Fierro en el periodo de las vanguardias. Fue además poetisa, novelista y colaboradora de diversas revistas literarias.
Entre sus numerosas obras se pueden citar: La calle de la tarde (1923) —con prólogo de Jorge Luis Borges—, Los días y las noches (1926), El rumbo de la rosa (1930), 45 días y 30 marineros (1933), Cuadernos de la infancia (1932), Discurso (1942), Antes que muera (1944), Personas en la sala (1950) y Los dos retratos (1956); en ellas aparecen la transformación repentina de lo cotidiano y el surgir de lo misterioso.
Por la prosa de Cuadernos de infancia recibió el Premio Municipal y el Segundo Premio Nacional.


Raúl González Tuñón
Raúl González Tuñón (1905-1974), poeta y dramaturgo argentino, nacido en Buenos Aires, que comenzó su carrera literaria en 1922, con la publicación de poemas en las revistas literarias Caras y Caretas e Inicial. En esa época colaboró, además, en la redacción de las revistas Proa y Martín Fierro y fue un entusiasta participante del movimiento Florida. Véase Vanguardias (literatura). Años después cobraron mayor relieve las preocupaciones políticas y sociales y su militancia comunista le valió persecuciones, sobre todo en 1933, cuando fundó la revista Contra. En 1934 y 1936 estuvo en España y trabó amistad, entre otros, con Federico García Lorca y Pablo Neruda.
La poesía de Tuñón, de temática porteñista y arraigada en lugares y tipos populares, se sirve tanto de formas clásicas como del verso libre de amplio desarrollo, alternando lenguajes, entre el culto y el coloquial. Proviene de Evaristo Carriego y se aproxima a Nicolás Olivari.
Entre sus poemarios cuentan El violín del diablo (1926), Miércoles de ceniza (1928), La calle del agujero en la media (1930), El otro lado de la estrella (1934), Todos bailan (poemas de Juancito Caminador) (1935), La rosa blindada (1936), Las puertas del fuego (1938), La muerte en Madrid (1939), Himno de pólvora (1943), Hay alguien que está esperando (1952), Demanda contra el olvido (1964), Poemas para el atril de una pianola (1965) y El banco de la plaza (1967).
De su labor como dramaturgo deben citarse El desconocido, La cueva caliente y Dan tres vueltas y se van (en colaboración con Nicolás Olivari).


Ricardo Güiraldes
Ricardo Güiraldes (1886-1927), escritor argentino de actitud cosmopolita que, sin embargo, exaltó los amplios espacios argentinos y elogió la vida de los gauchos.
Nació en Buenos Aires en el seno de una familia patricia y adinerada, lo que le permitió viajar con frecuencia a Europa y adquirir un espíritu cosmopolita, fundamentalmente de sus estancias en París y de su contacto con vanguardias francesas. Contribuyó a la formación de núcleos juveniles de avanzada que dieron a conocer las revistas Proa, Prisma y Martín Fierro. En sus últimos años experimentó la influencia del pensamiento oriental, sobre todo del hinduismo, y evolucionó hacia formas más espirituales.
Se inició con un libro de versos, El cencerro de cristal (1915), que lo vincula con las experiencias de Vicente Huidobro y Oliverio Girondo. Le siguen los Cuentos de muerte y de sangre y la novela Raucho (ambos libros de 1917). En esta su primera novela ya aparece su binomio de entusiasmo por lo cosmopolita —Raucho se enamora de París— y su fascinación por la tierra americana, pues el protagonista regresa a la Pampa. El mismo hálito viajero y cosmopolita se percibe en la novela corta Rosaura (1922) y en Xaimaca (1923), una novela epistolar que le sirve para contar el viaje que realizó a Cuba y Jamaica.
En 1926 dio a conocer su obra más notoria, Don Segundo Sombra, novela señera para su época, donde narra la iniciación de un joven bastardo a manos del último gaucho, todo ello mezclado con descripciones de la vida campesina, relatos tradicionales y descripciones de la naturaleza que la imbrican en el regionalismo americano. Esta obra es una de las más importantes de la literatura argentina y su publicación fue acogida con euforia por todos los sectores sociales e intelectuales. Como hecho sociológico no deja de ser sorprendente que liberales, conservadores, nacionalistas y radicales la aplaudieran. Lo mismo sucedió con la aristocracia —criticada en la obra— y los inmigrantes y sus hijos argentinos de primera generación —que tampoco salen bien parados. Incluso en un momento en que Argentina se está modernizando, Güiraldes se adentra en el mundo rural. El éxito residió precisamente en este aparente ir contra corriente: a través de un nacionalismo sutil, lo que hacía era recuperar el pasado, “el alma argentina” por medio de una prosa poética, rica en imágenes y muy novedosa. Sirva como ejemplo este fragmento del último capítulo:
“La silueta reducida de mi padrino apareció en la lomada. Pensé que era muy pronto. Sin embargo, era él, lo sentía porque a pesar de la distancia no estaba lejos. Mi vista se ceñía enérgicamente sobre aquel pequeño movimiento en la pampa somnolienta. Ya iba a llegar a lo alto del camino y desaparecer. Se fue reduciendo como si lo cortaran de abajo en repetidos tajos. Sobre el punto negro del chambergo, mis ojos se aferraron con afán de hacer perdurar aquel rasgo.”
En sus últimos textos domina su orientación hacia inquietudes espirituales, místicas, teosóficas e hinduistas, como lo acreditan los textos publicados después de su muerte: Poemas solitarios (1928), Poemas místicos (1928) y El sendero. Notas sobre mi evolución espiritualista en vista de un futuro (1932), en el que da testimonio de sus lecturas e ideas. Murió en París.



Ricardo Molinari
Ricardo Molinari (1898-1979), escritor argentino, nacido en Buenos Aires, integrante del grupo Martín Fierro.
Su característica literaria fue la de no romper con el pasado y continuar con la tradición hispánica y americana precedentes (Góngora, Garcilaso de la Vega y el romancero) y así trabajó su poesía sobre el material proporcionado por dichas lecturas.
Merecen citarse, entre sus numerosas obras: El imaginero (1927), El pez y la manzana (1929) —dedicado a Góngora—, Panegírico de Nuestra Señora de Luján (1930), Odas a la orilla de un viejo río (1940), Seis cantares de la memoria (1941), El alejado (1943), El huésped y la melancolía —poemas escritos entre 1944 y 1946—, Días donde la tarde es un pájaro (1954), Una sombra antigua canta (1966), La escudilla (1973) y La cornisa (1977).


Roberto Arlt
Roberto Arlt (1900-1942), narrador, dramaturgo y periodista argentino, que abrió el camino a una nueva narrativa de tema urbano.
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VIDA
Nació en Buenos Aires el 2 de abril de 1900, hijo de padre alemán y madre italiana. Abandonó la escuela primaria antes de aprobar el tercer curso, aunque a los ocho años ya escribió sus primeros relatos. Pronto fue un fiel frecuentador de la biblioteca del barrio donde leía libros de tendencia anarquista y a los escritores rusos Gorki, Tolstói y Fiódor Dostoievski. Entró en la Escuela Mecánica de la Armada de donde le expulsaron en 1910, lo que provocó conflictos con su padre. En 1924 comenzó a relacionarse con los escritores de Florida y Boedo (véase Literatura argentina). Ideológicamente estuvo más cerca de esta última tendencia y de revistas de orientación izquierdista como Claridad y Los pensadores. Sus influencias más notorias son las del realismo ruso (véase Literatura rusa) y español, desde la novela picaresca hasta Pío Baroja. Entró como secretario de Ricardo Güiraldes en 1924 y empezó a publicar en la revista Proa que éste dirigía. Trabajó como periodista en los periódicos porteños Crítica, Clarín y El Mundo, especialmente como cronista policial y viajero por su ciudad, España y el norte de África. Estas prosas han sido recogidas parcialmente en las series Aguafuertes porteñas y Aguafuertes españolas. En 1930 obtuvo el tercer premio del Concurso Literario Municipal con su novela Los siete locos (1932) que es un examen desesperado sobre la desorientación que provocó la I Guerra Mundial. A su regreso de España, conoció en Buenos Aires a Juan Carlos Onetti, con quien mantuvo una buena amistad y que llegó a calificarlo como “el último tipo que escribió novela contemporánea en el Río de la Plata'. Murió el 26 de julio de 1942 víctima de un ataque cardiaco.
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OBRA
Los textos más importantes de Arlt son sus novelas El juguete rabioso (1926), Los siete locos (1929) y Los lanzallamas (1931), estas dos últimas relacionadas entre sí. En ellas describe a tipos marginales o extravagantes de la periferia porteña, embarcados en el delito, la soplonería, la revolución o imposibles empresas industriales, todo entremezclado sin responder a un estricto dogma ideológico y signado por el fracaso o la traición. Su prosa tensa, la vivacidad a veces grotesca de sus diálogos, su habilidad para definir ambientes con trazos sumarios y certeros, convierten a estas novelas en las más conseguidas de la literatura americana de su tiempo.
Publicó además las novelas El amor brujo (1932) y El criador de gorilas (1941) y la colección de cuentos El jorobadito (1933), entre los que destaca “Esther Primavera”. Como dramaturgo, consiguió un cuadro alucinado de la vida burocrática con La isla desierta (1938). En otro plano, más modesto, se sitúan Trescientos millones (1932), Saverio el cruel (1936), El fabricante de fantasmas (1936), La fiesta del hierro (1940) y El desierto entra en la ciudad (1942).



Samuel Eichelbaum
Samuel Eichelbaum (1894-1967), dramaturgo argentino, considerado el más importante de su tiempo. Sus primeras piezas responden al modelo del naturalismo y recogen observaciones del habla popular, propias del costumbrismo: En la quietud del pueblo (1919), La mala sed (1920), El ruedo de almas (1923) y La hermana terca (1924). Luego, siempre a partir de la descripción de la vida de los inmigrantes europeos en Argentina, evoluciona hacia un teatro más introspectivo, con influencias del psicoanálisis y de ciertos autores contemporáneos como Henri Lenormand y Eugene O´Neill: Cuando tengas un hijo (1929), Señorita (1930), Soledad es tu nombre (1932), En tu vida estoy yo (1934), El gato y su selva (1936) y Pájaro de barro (1940).
Sus mayores éxitos son dos piezas de ambiente suburbano llevadas repetidamente a las tablas y al cine: Un guapo del novecientos (1940) y Un tal Servando Gómez (1942). Es autor de las novelas Tormento de Dios (1929) y El viajero inmóvil (1933). En Un monstruo en libertad (1925) reunió una serie de relatos.


Silvina Bullrich
Silvina Bullrich (1915-1990), escritora argentina, en sus relatos destaca la preocupación por la temática social.
Nacida en Buenos Aires, ejerció la crítica periodística y enseñó literatura francesa en la Universidad Nacional de La Plata. Tradujo numerosos libros del francés y escribió en esta lengua la obra de teatro Les ombres. Colaboró con el escritor argentino Jorge Luis Borges en la antología El compadrito.
Bullrich destaca sobre todo en la novela, en la que ha reflejado, dentro de un decantado realismo, diversos aspectos de la sociedad argentina, especialmente de sus clases altas y sus ambientes intelectuales. También se le deben narraciones en las que trata la situación de la mujer en los ambientes sociales cercanos al feminismo.
Entre sus numerosos títulos figuran: La redoma del primer ángel (1943), Bodas de cristal (1952), Un momento muy largo (1961), Los burgueses (1964), Los salvadores de la patria (1965), La creciente (1967), Mañana digo basta (1968), Los pasajeros del jardín (1971) y Los despiadados (1978). Falleció en Buenos Aires.


Gregorio Funes
Gregorio Funes (1749-1829), eclesiástico, historiador y político argentino. Nacido en Córdoba, se convirtió en sacerdote en 1773. Tras doctorarse en Teología por la Universidad de su ciudad natal en 1775, ese mismo año marchó a España, logrando el grado de doctor en Derecho, cuatro años después, por la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid). En 1803, se le designó deán de la catedral de Córdoba. Imbuido de las ideas ilustradas durante su estancia en la metrópoli, cinco años más tarde pasó a desempeñar el cargo de rector de la Universidad de Córdoba (desde 1854, Universidad Nacional de Córdoba). Participó en los procesos de emancipación argentina desde la misma Revolución de mayo de 1810. Miembro de la Junta de Buenos Aires en representación de Córdoba desde agosto de 1810 hasta diciembre de 1811, estuvo brevemente en prisión por considerársele opuesto al nuevo gobierno rioplatense. Fue elegido diputado al Congreso de Tucumán de 1816 y participó en la redacción de la Constitución de 1819, de carácter unitario y opuesta al federalismo. Gregorio Funes escribió un Ensayo de la historia civil de Paraguay, Buenos Aires y el Tucumán, publicado en tres volúmenes (1816-1817) y considerado la primera historia argentina de carácter nacional. Así mismo, fue autor de numerosas obras de carácter político y religioso.


Luis José de Tejeda
Luis José de Tejeda (1604-1680), poeta argentino, oriundo de Córdoba. Ha de considerarse argentino, aunque en su época no existiera la nación correspondiente, por razones territoriales y porque fue el primer poeta nativo del lugar que escribiese en lengua española.
Cursó estudios hasta graduarse de bachiller en artes con los jesuitas cordobeses. Una vida disipada indujo a su familia a forzar su matrimonio, quedando truncos sus estudios superiores. Desempeñó diversos cargos públicos en la entonces gobernación general de Córdoba. Estuvo preso por deudas y acabó sus días en un convento de la Orden de Predicadores, pero sin llegar a profesar.
Aunque se supone que Tejeda escribió versos desde su edad colegial, los textos conservados datan de su última época y se suelen agrupar en dos categorías: las Coronas líricas (publicadas en 1947), que comprenden sus piezas de carácter sagrado, y El peregrino en Babilonia (1916), que reúne su autobiografía expiatoria y piadosa.
En su obra se hallan las huellas del barroco español, en especial la influencia de Luis de Góngora.


Abelardo Castillo
Abelardo Castillo (1935- ), narrador y dramaturgo argentino.
Iniciado tempranamente (1959), fue inspirador de grupos literarios al tiempo que fundador y director de una influyente revista literaria, El grillo de papel, que, para evadir la censura militar, debió rebautizarse con los nombres de El escarabajo de oro y El ornitorrinco. Se ha dedicado intermitentemente al periodismo y de manera regular a la coordinación de talleres literarios.
Aunque partiendo del realismo social, muy influido por la filosofía del existencialismo francés, especialmente por Jean-Paul Sartre, derivó a una narrativa de tintes cercanos al expresionismo. Para el teatro (véase Texto dramático) ha escrito El otro Judas (1959), revisión existencial del tema bíblico, o Israfel (1966), inspirada en la vida de Edgar Allan Poe. Entre sus libros de cuentos figuran Las otras puertas (1963), Cuentos crueles (1966), Las panteras del templo (1976) y El espejo que tiembla (2005).
De sus novelas, cabe destacar: El que tiene sed (1985), una meditación sobre la condición sagrada y marginal del artista, Crónica de un iniciado (1991), donde el autor hace una evocación generacional, o El evangelio según van Hutten (1999). Castillo es, asimismo, autor de ensayos como Las palabras y los días (1988) o Ser escritor (1997).


Agustín Cuzzani
Agustín Cuzzani (1924-1987), dramaturgo argentino. Nació en Buenos Aires, en cuya Universidad obtuvo, en 1944, el título de abogado. Fue profesor de Estética en la Fundación Díaz Colodrero y en el Instituto Argentino de Ciencias.
Comenzó su carrera literaria publicando textos narrativos: Mundos absurdos (1943), Lluvia para Yosia (1950) y Las puertas del verano. Su primera pieza teatral, Dalilah, es del año 1952. Fue el creador de las llamadas 'farsátiras', género híbrido en el que la crítica social se entrelaza con lo absurdo de las acciones cotidianas a través del humor.
Entre otras obras figuran Una libra de carne (1954); El centroforward murió al amanecer (1955), llevada al cine por el director argentino René Mugica; Los indios estaban cabreros (1958); Sempronio, el peluquero y los hombrecitos (1962); Para que se cumplan las escrituras (1965), y Lo cortés no quita lo caliente.
Ha sido además guionista de cine, radio y televisión. Adaptó el musical Hair, de Galt MacDermot, y textos de Peter Weiss. Obtuvo, entre otros galardones, la medalla de oro de Argentores (1955), el primer premio del gobierno de la provincia de Buenos Aires (1964) y el Premio Konex (1984).


Alberto Girri
Alberto Girri (1919-1991), poeta, traductor y narrador argentino, nacido en Buenos Aires. Cursó estudios de letras en su ciudad y se consagró a su tarea de escritor, obteniendo numerosos premios y becas. En 1963 residió en los Estados Unidos, gracias a un subsidio de la Fundación Guggenheim.
Como traductor, solo o asociado con William Shand o Carlos Viola Soto, se ha especializado en la poesía de lengua inglesa, dando a conocer antologías y colecciones de poemas de Thomas Sterne Eliot, Wallace Stevens, Edgar Lee Masters, John Donne y Rabindranath Tagore.
La poesía de Girri tiene escasos antecedentes en la lengua española y se produce en un lenguaje descarnado, cercano a la prosa, esencialista y estricta. Medita sobre la perplejidad de la existencia, sobre el alcance de la palabra poética y los límites de la razón siempre cerca del nihilismo.
Lo principal de su obra son sus poemarios: Playa sola (1946), Coronación de la espera (1947), Escándalo y soledades (1952), Línea de la vida (1955), La penitencia y el mérito (1957), Propiedades de la magia (1959), Casa de la mente (1968), Árbol de la estirpe humana (1978) y Lírica de percepciones (1983).
En prosa ha publicado las narraciones de Crónica del héroe (1946) y Un brazo de Dios (1966), así como el diario que acompaña a los poemas de En la letra, ambigua selva (1972).


Alejandra Pizarnik
Alejandra Pizarnik (1936-1972), escritora argentina, nacida en Buenos Aires. Residió en París, trabajando en la revista Diógenes, y en los Estados Unidos, merced a becas de la fundaciones Fullbright y Guggenheim. Trabó contacto con importantes figuras literarias como Octavio Paz, Julio Cortázar y André Pierre de Mandiargues, e hizo también trabajos de traducción.
Desde su precoz comienzo con La tierra más ajena (1955), fue celebrada como una de las principales voces líricas de su generación. Su actitud de meditación de la palabra sobre sí misma, infrecuente en la poesía argentina (salvo excepciones como Alberto Girri y Roberto Juarroz), unida a sus obsesiones sobre la magia de la infancia y el narcisismo de la identidad, la constituyen en una personalidad singular y referente.
Entre sus obras en verso figuran: La última inocencia (1956), Las aventuras perdidas (1958), Arbol de Diana (1962), Los trabajos y las noches (1965), Extracción de la piedra de locura (1968) y El infierno musical (1971). En prosa se le debe el relato poemático La condesa sangrienta (1971).


Alicia Steinberg
Alicia Steinberg (1933- ), narradora argentina, nacida en Buenos Aires.
Ha cultivado el cuento en la línea del cuento hispanoamericano y la novela, donde acusa rasgos de realismo y psicoanálisis.
La crítica ha destacado en su narrativa la austeridad y la precisión de su estilo, su humor irónico, su facultad para desarrollar las acciones con buen ritmo y una ligazón simbólica sutilmente perceptible.
Entre sus obras figuran: Músicos y relojeros (1971), La loca 101 (1973), Su espíritu inocente (1981), Como todas las mañanas (1983), El árbol del placer (1986), Amatista (1989), El mundo no es polenta (1991) o Cuando digo Magdalena (1992).
Ha obtenido diversos premios, como el Satiricón de Oro de Buenos Aires (1973), el Planeta del Sur (1992) y una mención en el premio de literatura erótica La Sonrisa Vertical (Barcelona, 1989). En 1983 recibió una beca de la fundación Fullbright.


Andrés Rivera
Andrés Rivera (1928- ), narrador argentino, nacido en Buenos Aires, cuyo verdadero nombre es Marcos Ribak.
De formación autodidacta, desempeñó varios oficios, como químico industrial y obrero textil, recalando en el periodismo. Trabajó en las redacciones de las revistas Plática, La rosa blindada y Revista de problemas del Tercer Mundo, así como en periódicos de información general.
Se inició literariamente en el concurso de cuentos del diario La Época, en 1957, participando en la antología Narradores argentinos contemporáneos (1959). Entre sus primeras obras se cuentan: El precio (1957), Los que no mueren (1959), Sol de sábado (1962), Cita (1965) y Ajuste de cuentas (1972). Tras este volumen de cuentos, Rivera no volvió a publicar hasta 1982, diez años más tarde, cuando salió a la luz Una lectura de la historia. Entre sus obras posteriores destacan Nada que perder (1982), La revolución es un sueño eterno (1987), El amigo de Baudelaire (1991), Mitteleuropa (1993), El farmer (1996), La lenta velocidad del coraje (1998), Tierra de exilio (2000), Hay que matar (2001), Cría de asesinos (2004) o Esto por ahora (2005).
En su narrativa, con base en el realismo social, se advierte la influencia de cierta novelística norteamericana (véase Literatura estadounidense), sobre todo, William Faulkner y Ernest Hemingway. Ha abordado también la novela histórica, con temas variados, como las guerras de la independencia argentina y el París de Charles Baudelaire.
En 1985 obtuvo el Segundo Premio Municipal de Novela con En esta dulce tierra, y en 1992 recibió el Premio Nacional de Literatura por su novela La revolución es un sueño eterno.


Antonio di Benedetto
Antonio di Benedetto (1922-1986), narrador argentino, nacido en la provincia de Córdoba.
Radicado en Mendoza, desarrolló en esta ciudad su carrera de periodista, llegando a subdirector del periódico Los Andes. Encarcelado en 1976 por la dictadura militar, pasó luego varios años de exilio en España. Perteneció al grupo de escritores que en las décadas de 1940 y 1950 reaccionó contra el dominante realismo y derivó hacia una visión del absurdo y sin sentido de la vida, inspirado en la obra de Franz Kafka y el existencialismo.
Di Benedetto se inició, en 1953, con el libro de cuentos Mundo animal y, en este mismo ramo, publicó Grot (1957, reeditado en 1969 como Cuentos claros), Declinación y ángel (1958) y El cariño de los tontos (1961).
Sus obras más elogiadas son las novelas Zama (1956) ambientada en un medio sudamericano del siglo XVIII, y El silenciero (reeditada como El hacedor de silencio, en 1982), donde se han visto rasgos de objetivismo propios de la escuela de la mirada francesa (Alain Robbe-Grillet, Nathalie Sarraute). Otras novelas: El pentágono (1955), Los suicidas (1969) y Sombras nada más (1985).


Beatriz Guido
Beatriz Guido (1925-1988), narradora argentina, nació en Rosario (Santa Fe) y murió en Madrid, donde había cumplido la función de agregada cultural de la Embajada Argentina durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Fue integrante de la generación del 50 (véase Literatura argentina), a la que pertenecen David Viñas, Humberto Costantini y Marta Lynch.
Incluidos en el marco del realismo, los temas más frecuentes de sus novelas y sus relatos son la decadencia, el fin de la infancia y el despertar al mundo de los adultos, la condición de la mujer y la visión crítica de fenómenos de la política y la sociedad argentina. Destacan, entre sus obras más importantes, La casa del ángel (1954); La caída (1956); Fin de fiesta (1958); los cuentos de La mano en la trampa (1961); El incendio y las vísperas (1964), novela basada en el incendio del Jockey Club de Buenos Aires, provocado durante el gobierno peronista; el volumen de cuentos Piedra libre (1976); La invitación (1979); y La encerrada. Su obra póstuma Rojo sobre rojo (1987) tiene como argumento el secuestro y ejecución del general Pedro Aramburu por la organización guerrillera Montoneros.
Varias de sus obras fueron llevadas al cine por su marido, el director Leopoldo Torre Nilsson, quien también colaboraba en la redacción de los guiones: La casa del ángel (1957), con guión, además, de Martín Rodríguez M., recibió numerosos premios; El secuestrador (1958); La caída (1958); Fin de fiesta (1960), junto con Ricardo Luna; La mano en la trampa (1961), con la participación en el guión de Ricardo Muñoz Suaz y Ricardo Luna; Piel de verano (1961), con Graciela Borges y Alfredo Alcón en los papeles protagónicos; Homenaje a la hora de la siesta (1962), coproducción de Argentina, Francia y Brasil; La terraza (1963); El ojo de la cerradura (1964), junto con Edmundo Eichelbaum, Joe Goldberg y Mabel Itzcovich; Piedra libre (1976), con Rodolfo Mortola y Rodolfo Guido como participantes en la redacción del guión. También intervino en la elaboración de los guiones de Martín Fierro (1967), película basada en el poema de José Hernández, junto con Ulises Petit de Murat, Edmundo Eichelbaum, Luis Pico Estrada y Héctor Grossi; Los traidores de San Ángel (1967), con historia de André Du Rona y guión compartido con James Lewis, Edgardo Cozarinsky y el mismo Du Rona; La chica del lunes (1967), a partir de un relato de André Du Rona y el guión, además, firmado por Noelle Gilmour, Du Rona y, como siempre, Leopoldo Torre Nilsson; El santo de la espada (1969), a partir del libro homónimo de Ricardo Rojas, junto con Ulises Petit de Murat y Luis Pico Estrada; La maffia (1971), basada en el libro de José Dominianni y Osvaldo Bayer; Güemes – La tierra en armas (1971), junto con Ulises Petit de Murat y Luis Pico Estrada; Los siete locos (1973), película basada en la novela homónima de Roberto Arlt, junto con Luis Pico Estrada y Mirta Arlt. Para el director Fernando Ayala, redactó el guión de Paula cautiva (1963), sobre un relato suyo llamado “La representación”; y, para Nicolás Sarquis, el de El hombre del subsuelo (1981), a partir de un texto de Dostoievski.


Carlos Gorostiza
Carlos Gorostiza (1920- ), dramaturgo y director de escena argentino, nacido en la capital federal. Se inició en la poesía, la actuación teatral (véase Teatro y arte dramático) y el tinglado de títeres con su compañía, Los títeres de la estrella grande, para la cual compuso La clave encantada (1943) y Nuevos títeres (1949). Ese mismo año obtuvo un notorio éxito dentro del teatro independiente, con El puente, al que siguieron numerosos títulos que lo convirtieron en uno de los autores más prestigiosos de Hispanoamérica (véase Literatura hispanoamericana).
El teatro de Gorostiza, sin salirse de las convenciones del realismo, con su estudio de tipos y costumbres, así como del lenguaje cotidiano de Buenos Aires, aborda problemas morales emergentes de la convivencia social, en un ambiente próximo a cierto existencialismo.
En su extensa producción, cuentan títulos como El fabricante de piolín (1950), Marta Ferrari (1954), El juicio (1954), El reloj de Baltasar (1955), El pan de la locura (1958), Vivir aquí (1964), Los prójimos (1967), ¿A qué jugamos? (1968), El lugar (1970), Los hermanos queridos (1978), Aeroplanos (1989) y El patio de atrás (1994). Gorostiza, además, es autor de novelas como Los cuartos oscuros (1976), El basural (1988) o La buena gente (2001), así como del libro de memorias El merodeador enmascarado (2004).


César Aira
César Aira (1949- ), narrador, lingüista especializado en lenguas aborígenes de Hispanoamérica, crítico literario y traductor argentino, nacido en Coronel Pringles, ciudad de la provincia de Buenos Aires. En 1967 fijó residencia en la Capital Federal. Ha dictado cursos en las universidades de Buenos Aires y Rosario y ha colaborado en periódicos y revistas de su país.
Entre sus primeras publicaciones se encuentran las novelas Moreira (1975), Ema, la cautiva (1981), La luz argentina (1983), Las ovejas (1984) y Canto castrato (1984), así como el volumen de cuentos El vestido rosa (1984). Posteriormente ha desarrollado una extensa obra, fundamentalmente compuesta por novelas, entre las que cabe destacar: Una novela china (1987), Los fantasmas (1990), El bautismo (1991), La liebre (1991), Embalse (1992), La guerra de los gimnasios (1992), La prueba (1992), El llanto (1992), Madre e hijo (1993), El infinito (1994), La costurera y el viento (1994), Los misterios de Rosario (1994), Los dos payasos (1995), Abeja (1996), La trompeta de mimbre (1998), La serpiente (1998), El sueño (1998), Las curas milagrosas del Dr. Aria (1998), La mendiga (1998), Cumpleaños (2001), Varamo (2002) o El mago (2002). Ha escrito también ensayos: sobre el escritor y humorista Copi (1991), sobre la poeta Alejandra Pizarnik (1998), o los titulados Nouvelles impressions du Petit Maroc (1991) y Taxol (1997). En 2006 publicó el volumen titulado Las curas milagrosas del doctor Aira, en el que se incluyen tres obras cortas acompañadas por varios textos ensayísticos a modo de apéndice, y en 2008, Las aventuras de Barbaverde, compuesto por cuatro relatos.
Su novela Cómo me hice monja (1993), que fue publicada en España en 1998, fue elegida como una de las diez mejores del año en ese país. A propósito de ella, el crítico español Ignacio Echeverría ha dicho: “... hay que descender hacia el Sur para dar con el escritor, hoy por hoy, quizá más original y chocante, más excitante y subversivo de la narrativa hispánica: César Aira”.



Daniel Moyano
Daniel Moyano (1930-1992), escritor argentino que nació en Buenos Aires y falleció en Madrid. Músico de profesión (solista de viola) y periodista, vivió su infancia en Córdoba y se radicó en La Rioja. En 1976, después del golpe de Estado de Jorge Videla, tuvo que exiliarse en España, donde pasó sus últimos años como empleado de una empresa constructora y coordinador de un taller literario.
La narrativa de Moyano trabaja con una apariencia de realismo, pero explora los aspectos insólitos o desatendidos de la vida cotidiana, obteniendo de ellos un beneficio poético. Su mirada, gracias a una rigurosa elaboración literaria, juega a ser la sorprendida y líricamente espontánea de un niño. La reconstrucción de la memoria provinciana, centrada en ambientes humildes y en seres excepcionales, es el tema constante de sus libros. En las últimas obras, ese tema se prolonga en las urgencias de la represión y el exilio. Él mismo llegó a definirse de la siguiente manera: “me considero un cronista y quiero hablar del presente que vivo”.
Entre sus libros de cuentos figuran : Artistas de variedades (1960), La lombriz (1964), El fuego interrumpido (1967), Mi música es para esta gente (1970), El monstruo y otros cuentos (1972), El estuche de cocodrilo (1974), La espera y otros cuentos (1982) y Un silencio de corchea (póstumo, 1999).
Entre sus novelas es importante citar Una luz muy lejana (1966), en la que es evocada la ciudad de Córdoba; El oscuro (1968), en parte autobiográfica; El trino del diablo (1974); El vuelo del tigre (1981), en la que intenta explicarse la violencia existente no sólo en Argentina, sino también en América Latina; Libro de navíos y borrascas (1983), una reflexión sobre el exilio como fenómeno universal; y Tres golpes de timbal (1987).



David Viñas
David Viñas (1929- ), narrador, ensayista y dramaturgo argentino, nacido en Buenos Aires. Fue profesor en las universidades de su ciudad natal y de Rosario, y vivió exilado en México y España durante la dictadura militar (1976-1983). Fundó y animó la revista literaria Contorno, que reunió a la joven generación de 1955.
Sus novelas, dramas y guiones de cine se basan en episodios de la vida histórica argentina (véase Argentina). En la observación de la sociedad contemporánea, David Viñas sobresale por su mirada crítica, un minucioso trabajo de creación de atmósferas en las que predominan la violencia política y sexual, y la discusión ideológica. Su técnica ha sido influida por escritores norteamericanos como William Faulkner y Ernest Hemingway, así como por la narrativa de contenido político de André Malraux.
Entre sus novelas figuran Cayó sobre su rostro (1955), premio Gerchunoff (1955-1956); Los años despiadados (1956); Un dios cotidiano (1957), premio Kraft; Los dueños de la tierra (1958), Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores; Los hombres de a caballo (1967); Jauría (1975); Cuerpo a cuerpo (1979) y Prontuario (1993). También es autor del volumen de cuentos Las malas costumbres (1963). Recibió en 1956 el premio de la Dirección General de Cultura por el cuento “El desconocido”.
Como dramaturgo, destacan las obras Sara Golpman mujer de teatro (1957), Lisandro (1972), Tupac Amaru (1973) y Poder, apogeo y escándalos del coronel Dorrego (1986). De su obra como ensayista (véase Ensayo) merecen citarse la serie Literatura argentina y realidad política, iniciada en 1964, donde aplica el método de la sociología del conocimiento a los textos literarios; De Sarmiento a Dios (1998), o Anarquistas en América Latina (2004).
Se le deben guiones de películas como, por ejemplo, El jefe (1958) y El candidato (1959), ambas de Fernando Ayala, o La Patagonia rebelde (1974), de Héctor Olivera.


Enrique Molina
Enrique Molina (1910-1996), escritor argentino. Nacido en Buenos Aires, vivió también en Corrientes, Misiones, Necochea y La Plata, en cuya universidad se licenció en Derecho. Ejerció las más variadas profesiones, desde navegante a bibliotecario. En su obra figura una novela de amplio vuelo lírico, Una nube donde sueña Camila O´Gorman (1974), en la cual evoca, con gran libertad imaginativa, un episodio sangriento del gobierno del dictador Juan Manuel de Rosas.
El resto de su producción pertenece al mundo de la poesía y registra influencias varias, desde un tardío surrealismo —recuperó la revista literaria argentina Que, que se llamó en su segunda etapa A Partir de Cero (1952)— hasta el modelo telúrico y cósmico de Pablo Neruda. También se pueden hallar similitudes con el poeta francés de origen lituano Lubisz Milosz. Entre sus títulos figuran: Las cosas y el delirio (1941), Pasiones terrestres (1946), Costumbres errantes o la redondez de la tierra (1951), Amantes antípodas (1961), Fuego libre (1962), Las bellas furias (1966), Monzom napalm (1968), Los últimos soles (1980), El ala de la gaviota (1989) y Hacia una isla incierta (1992). En 1966 realizó una antología de su obra en Hotel Pájaro, y en 1978 se conoció una edición de sus obras hasta entonces completas. Sus temas constantes son el erotismo cósmico, la recuperación de la religiosidad primitiva, el hombre planetario y el espectáculo del mundo como una gran trama visionaria y metafórica. En 1992 recibió el Gran Premio Fondo Nacional de las Artes en reconocimiento a toda su trayectoria literaria.


Francisco Madariaga
Francisco Madariaga (1927-2000), poeta argentino, nacido en Corrientes. Sus comienzos se vinculan con un tardío grupo poético del surrealismo constituido en torno a la revista literaria A Partir de Cero, uno de cuyos más notorios participantes fue Enrique Molina. En ellos se advierte la influencia de figuras como Czeslaw Milosz y Pablo Neruda.
La poesía de Madariaga recoge la presencia del paisaje natal en términos de memoria, pero entremezclada con un trabajo de lenguaje no lejano del simbolismo y notable por la riqueza y concisión de sus imágenes.
Entre sus títulos figuran: El pequeño patíbulo (1954), Las jaulas del sol (1960), El delito natal (1963), Los terrores de la suerte (1967), Tembladerales de oro (1973), Aguatrino (1976), Llegada de un jaguar a la tranquera (1980), Una acuarela inmóvil (1985), Aroma de apariciones (1998) y Sólo contra Dios no hay veneno (1998). La mayor parte de su obra está recogida en el volumen El tren casi fluvial (1987). Falleció el 24 de septiembre de 2000.


Griselda Gambaro
Griselda Gambaro (1928- ), narradora y dramaturga argentina, nacida en Buenos Aires y que vivió exiliada algunos años en Barcelona, en tiempos de la dictadura militar (1976-1983).
Se inició como cuentista (véase Cuento) y novelista (véase Novela), con títulos que, en ocasiones, sirvieron luego para su transposición teatral (véase Teatro y arte dramático): Madrigal en la ciudad (1963), Una felicidad con menos pena (premio Primera Plana 1967, editada al año siguiente), Ganarse la muerte (1976, prohibida por el régimen militar).
En su teatro, que domina su producción, se advierten las huellas del teatro del absurdo, sobre todo de Eugenio Ionesco, y la herencia de Franz Kafka, mediante la glosa de la incomunicación humana, el escarnio de las convenciones sociales y el poder, y el sin sentido de la existencia.
Entre sus títulos teatrales destacan: Las paredes (1963), Viejo matrimonio (1965), El desatino (1965), Los siameses (1967), El campo (1968, cuya acción transcurre en un campo de concentración nazi), Nada que ver (1970), Sucede lo que pasa (1974) y Decir sí (1996).
Griselda Gambaro es también autora, entre otras obras, de las novelas Después del día de fiesta (1994) o Promesas y desvaríos (2004), así como del libro de cuentos Lo mejor que se tiene (1997) y del ensayo Escritos inocentes (1999).



Héctor Lastra
Héctor Lastra (1943-2006), narrador argentino, nacido en Buenos Aires. Cursó estudios de letras y colaboró con editoriales y librerías, instalando la suya propia bajo el nombre de Los cronopios, según el libro de Julio Cortázar.
Publicó colecciones de cuentos, como Cuentos de mármol y hollín (1965) y De tierra y escapularios (1969), reunidos en un volumen en 1975, y las novelas La boca de la ballena (1973), que, paradójicamente, fue prohibida por el gobierno municipal de la época y, posteriormente, galardonada con el Tercer Premio Municipal, y Fredi (1996), que obtuvo el Premio Club de los XIII. Lastra colaboró, asimismo, como periodista cultural para distintos diarios y participó en la película Dale nomás (1974), dirigida por Osías Wilenski, en la que se incluyó uno de sus relatos.
La narrativa de Lastra investiga diversos ambientes, deteniéndose con especial atención en figuras de niños y adolescentes. Medios de alta burguesía decadente, zonas de marginación social, pequeñas intimidades de las gentes sencillas, escenas de despertar sexual, preguntas por la identidad en una sociedad inestable y desorientada, son explorados con toques rápidos y miradas agudas que parten de un consabido realismo para dirigirse a espacios de locura y alucinación.
Héctor Lastra falleció el 17 de julio de 2006 en Buenos Aires.


Héctor Tizón
Héctor Tizón (1929- ), narrador argentino, nacido en Yala (provincia de Jujuy). Se graduó en Derecho y ha desempeñado diversos cargos públicos: ministro en su provincia natal, diplomático en México e Italia, juez del Tribunal Supremo jujeño. Es miembro de la Academia Argentina de Letras y Caballero de las Artes de Francia. Entre 1976 y 1982 estuvo exiliado por razones políticas en España. Ha recibido diversos premios, entre ellos el Consagración de Argentina.
La obra de Tizón, concebida en un castellano ecléctico y cuidadoso, evoca libremente zonas del noroeste argentino y es una meditación sobre el enigmático destino social del hombre, la incomunicación, la soledad y la angustiosa fraternidad humana. A menudo se la vincula con el realismo mágico latinoamericano, cercano a escritores como Juan Rulfo y Gabriel García Márquez.
Ha escrito relatos como A un costado de los rieles (1960), El jactancioso y la bella (1972), El traidor venerado (1978), Recuento (1984) y El gallo blanco (1992), y novelas: Fuego en Casabindo (1969), El cantar del profeta y el bandido (1972), Sota de bastos, caballo de espadas (1975), La casa y el viento (1984), El hombre que llegó a un pueblo (1988), El viaje (1988), Luz de las crueles provincias (1995) o La mujer de Strasser (1997), entre otras.



Horacio Salas
Horacio Salas (1938- ), poeta y ensayista argentino, nacido en Buenos Aires. Cursó estudios de derecho en su ciudad natal, donde ejerció el periodismo escrito, radial y televisivo. En los años de la dictadura militar (1976-1983) vivió exiliado en Madrid.
Luego ha desempeñado diversos cargos, como secretario de Cultura de la Municipalidad de Buenos Aires, miembro del Fondo Nacional de las Artes y director de la Biblioteca Nacional de Argentina.
La poesía de Salas se encuadra en el coloquialismo y lo narrativo propio de la llamada generación del 60, a cuyo estudio dedicó un volumen. Entre sus poemarios figuran: El tiempo suficiente (1962), La soledad en pedazos (1964), El caudillo (1966), Memoria del tiempo (1966), La corrupción (1969), Mate pastor (1971), Gajes del oficio (1979) y El otro (1990).
Sus libros de ensayos abarcan una amplia temática: estudios sobre los poetas Homero Manzi, Raúl González Tuñón y Vicente Barbieri, una biografía de Jorge Luis Borges, una historia del tango, España en la era del barroco o el centenario argentino de 1910.


Juan Carlos Ghiano
Juan Carlos Ghiano (1920-1990), crítico, narrador y dramaturgo argentino.
Nacido en Nogoyá, provincia de Entre Ríos, fue profesor en el Instituto del Profesorado de Paraná y en la Universidad Nacional de Buenos Aires, además de dirigir el Departamento de Literatura Iberoamericana de la Universidad Nacional de La Plata. Obtuvo diversos premios en varias especialidades.
Como narrador ha publicado los libros de cuentos Extraños huéspedes (1947) e Historias de finados y traidores (1949) y la novela Memorias de la tierra escarlata (1954). En su teatro se mezclan elementos del costumbrismo y el sentido de lo grotesco: La casa de los Montoya (1954), Narcisa Garay, mujer para llorar (1959) y Corazón de tango.
Sus trabajos de crítica se especializan en literatura argentina e hispanoamericana: Temas y aptitudes (1949), Constantes de la literatura argentina (1953), Testimonio de la novela argentina (1956), Poesía argentina del siglo XX (1957) y Teatro gauchesco primitivo (1957). Falleció en la ciudad de Buenos Aires.



Juan Gelman
Juan Gelman (1930- ), poeta y periodista argentino, nacido en Buenos Aires, perteneciente a la generación del 60 (véase Literatura argentina).
Nació el 3 de mayo de 1930 en el barrio bonaerense de Villa Crespo. Su familia procedía de Ucrania y hablaba ruso, por lo que entre sus lecturas de infancia se encontraban obras de Tolstói, Pushkin o Dostoievski. Comenzó a escribir poesía aún siendo niño y publicó su primer poema a los once años en la revista Rojo y Negro.
Desarrolló una intensa labor periodística en la revista literaria Crisis y en el periódico La Opinión, y a lo largo de su carrera ha seguido colaborando con distintos diarios, entre los que se encuentran Página/12 o Milenio. Como su admirado Fernando Pessoa, se sirve de distintos heterónimos, cada uno de los cuales significa un universo poético concreto, como John Wendell, Yamanokuchi Ado, Sidney West, José Galván o Julio Greco.
Inauguró una especie de ‘antipoesía’ cargada de ternura, ironía, dolor y violencia, junto con audaces innovaciones formales que, hasta mediados de la década de 1970, dejarían una marca inconfundible en los nuevos poetas de Buenos Aires.
Entre su vasta obra podemos destacar: Violín y otras cuestiones (1956), Velorio del solo (1961), Gotán (1962), Cólera buey (1965), Los poemas de Sidney West (1969), Fábulas (1971), Relaciones (1973), Citas y comentarios (1982), Composiciones (1986), Interrupciones I e Interrupciones II (ambas publicadas en 1988), Salarios del impío (1993), Tantear la noche (2000), Valer la pena (2002), País que fue será (2004) y Oficio ardiente (2005).
En 1976 tuvo que abandonar su país por causas políticas y actualmente reside en México. En 1997 fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía en Argentina, en 2000 con el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, en 2005 con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y en 2007 con el Premio Cervantes (véase Premios literarios).


Juan José Hernández
Juan José Hernández (1932-2007), poeta y narrador argentino, nacido en Tucumán. Sus primeros títulos fueron poemarios en los que destacaba un ceñido lirismo y una sutil e íntima exaltación de la vida sensible: Negada permanencia (1952), La siesta y la naranja (1952), Claridad vencida (1957) y Otro verano (1966).
Su obra continuó en la narrativa, con los volúmenes de cuentos El inocente (1965) y La favorita (1977). Con una utilización muy precisa del lenguaje, proveniente de la poesía lírica, y sin salirse, aparentemente, de los marcos del realismo y el psicologismo, exploró aspectos disimulados y secretos de la vida cotidiana, con sutiles toques de erotismo. Los ambientes de la clase media provinciana y los aledaños de la gran ciudad fueron sus referencias habituales, así como su investigación de la vida infantil y adolescente.
En 1971 publicó la novela La ciudad de los sueños, donde narra la emigración del interior a Buenos Aires en los albores del gobierno de Juan Domingo Perón. Tradujo también textos de Paul Verlaine y Tennesee Williams. En 1996 reunió sus relatos en el volumen Así es mamá.
Juan José Hernández falleció el 21 de marzo de 2007 en Buenos Aires.



Juan José Manauta
Juan José Manauta (1919- ), escritor argentino, nacido en Gualeguay, (provincia de Entre Ríos). Cursó estudios de letras en La Plata (provincia de Buenos Aires) y se instaló en la capital federal en 1945, donde dirigió la revista Hoy en la cultura.
Iniciado en la poesía con La mujer del silencio (1944), labor que continuaría con Entre dos ríos (1952), su modalidad más característica se fija en la novela, inscrita en la corriente del realismo social, dentro de la cual se centra en la observación de los fenómenos de masas propios de la Argentina de las décadas de 1940 y 1950: emigración del campo a la ciudad, marginación en las zonas pobres, desclasamiento y problemas de identidad social.
Sus textos más significativos son, en esta línea, Los aventados (1952) y Las tierras blancas (1956), novela que fue llevada al cine en 1959 por el director argentino Hugo del Carril. Es autor, asimismo, de otros relatos, como Papá José y Charito.


Juan José Saer
Juan José Saer (1937-2005), escritor argentino. Nació en Serodino, provincia de Santa Fe, hijo de inmigrantes sirios. En 1968 se instaló en París. Fue profesor en la Universidad Nacional del Litoral de su país y en la Universidad de Rennes, Francia. Es autor de algunos cortometrajes cinematográficos y artículos de crítica literaria.
En sus primeras obras se advierte la impronta del realismo y del regionalismo americano: En la zona (1960), Palo y hueso (1965) y Unidad de lugar (1967) son colecciones de cuentos, que alternan con las novelas Responso (1964) y La vuelta completa (1966).
A partir de los relatos de Cicatrices (1969) registra la influencia del objetivismo de la llamada nueva novela francesa, con la desaparición de los personajes y el protagonismo de los hechos y las cosas. En esta línea figuran los cuentos de La mayor (1976), y las novelas El limonero real (1974), Nadie, nada, nunca (1980), La ocasión (que obtuvo el Premio Nadal en 1987), Glosa (1988) y Lo imborrable (1992). En El entenado (1983) evoca un episodio de la conquista de América. Ocasionalmente ha hecho poesía y la ha reunido en El arte de narrar (1977). En 1991 publicó el ensayo El río sin orillas. Posteriormente salieron a la luz las novelas Lo imborrable (1992), La pesquisa (1994) y Las nubes (1997), y el libro de cuentos Lugar (2000). En 1997 recopiló sus ensayos en El concepto de ficción. En 2002 publicó Cuentos completos (1957-2000) y en 2003 En la zona. Cuentos (1960-2003). Saer falleció el 11 de junio de 2005 en París.



Juan José Sebreli
Juan José Sebreli (1930- ), ensayista y filósofo argentino, nacido en Buenos Aires. En sus ensayos, de tema literario, sociológico o político, ha recogido las influencias de Jean-Paul Sartre, el marxismo o el psicoanálisis de Sigmund Freud.
Se graduó en Filosofía en su ciudad natal. Ha ejercido la docencia, además de trabajar como analista político y traductor. Entre sus obras de traducción destacan textos de György Lukács, Alexandre Kojève, Simone de Beauvoir y Tran Duc Thao. Colaboró, asimismo, en revistas como Sur y Contorno.
Entre sus numerosas obras figuran: Martínez Estrada, una rebelión inútil (1960), Buenos Aires, vida cotidiana y alienación (1964), Mar del Plata, el ocio represivo (1970), Los deseos imaginarios del peronismo (1983), La saga de los Anchorena (1985), El asedio a la modernidad (1991), El vacilar de las cosas (1993). En 2000 publicó Las aventuras de la vanguardia, una incursión en el significado de las vanguardias y movimientos artísticos del siglo XX; en 2002, Crítica de las ideas políticas argentinas, un intento de comprender las razones de la crisis argentina de principios del siglo XXI, y en 2007, El olvido de la razón, un estudio crítico de la filosofía contemporánea.
Sebreli ha recogido, además, entrevistas y artículos en misceláneas como El riesgo de pensar (1984), Las señales de la memoria (1987) y Escritos sobre escritos, ciudades sobre ciudades (1997).


Manuel Puig
Manuel Puig (1932-1990), novelista argentino, que sabido tratar como pocos en literatura el ambiente de provincias de una manera crítica pero llena de ternura.
Nació en la provincia de Buenos Aires, en General Villegas, y allí transcurrió su infancia y primera juventud hasta que se fue a estudiar cine a Roma y Nueva York. En 1968 publicó su primera novela, La traición de Rita Hayworth, que tuvo una calurosa acogida por parte de la crítica, que un año después no se vio defraudada con la siguiente obra, Boquitas pintadas (1969), que además consiguió un gran éxito de público. En las dos se ocupa de las mitologías sexuales y sentimentales de la clase media bonaerense, utilizando los lenguajes de la cultura de masas, sobre todo del cine, además de las letras de canciones populares —tangos y boleros— y el ambiente folletinesco de las revistas del corazón o de los seriales radiofónicos de la época. The Buenos Aires Affaire (1973), tiene además implicaciones psicoanalíticas. En El beso de la mujer araña (1976), tal vez su novela más conocida, se ocupa inteligentemente de la represión política que por entonces sufrían algunos países del Cono Sur. Fue llevada al cine y representada en el teatro con gran éxito. Siguieron Pubis Angelical (1979) y Cae la noche tropical (1988) entre otras novelas, donde demuestra su dominio de los diálogos. Murió en la ciudad de Cuernavaca, México.


Olga Orozco
Olga Orozco (1920-1999), escritora argentina, nacida en Toay (provincia de La Pampa) y fallecida en Buenos Aires, cuyo nombre real era Olga Noemí Gugliotta. En 1998 fue galardonada con el Premio Juan Rulfo por el conjunto de su obra.
Lo más importante de su producción se encuentra en los poemarios, de alguna manera prolongados en un libro de prosas poéticas narrativas, La oscuridad es otro sol (1967). En general, el uso del versículo le permite desplegar una imaginación visionaria, suntuosa de figuras, al servicio de una serie de temas constantes: la evocación idealizada del paisaje nativo (la llanura pampeana), la infancia en tanto paraíso perdido, la adolescencia como edad de los descubrimientos, la memoria como tesoro poético donde el tiempo puede recuperarse y solventar las asechanzas de la muerte. La poesía francesa posterior al surrealismo y la poesía narrativa norteamericana (véase Literatura estadounidense) le valen para organizar un lenguaje muy personal y un mundo cerrado, melancólico, sofocante y voluptuoso a la vez.
Sus obras principales son Desde lejos (1946), Las muertes (1951), Los juegos peligrosos (1962), Museo salvaje (1974), Veintinueve poemas (1975), Cantos a Berenice (1977), Mutaciones de la realidad (1979), La noche a la deriva (1984) y En el revés del cielo (1987).


Oswaldo Dragún
Oswaldo Dragún (1929-1999), dramaturgo argentino, oriundo de la provincia de Entre Ríos. Se inició en el teatro independiente, notoriamente en el IFT de Buenos Aires (véase Teatro Latinoamericano: Argentina), bilingüe en español y en yidis. Sus primeros ensayos como autor, muy precoces, no llegaron a la escena (El gran duque ha desaparecido, 1947) o tuvieron modesta repercusión (Una gota para el mar, Eran ocho en el bosque, Como una copa de cristal). Su proyección definitoria la obtiene en 1956 con el drama histórico-alegórico La peste viene de Melos.
A partir de entonces desarrolló una pródiga tarea como escritor de teatro, cine y televisión, en Argentina y España, convirtiéndose en autor emblemático de su generación. Sus textos derivaron a temas históricos, retratos sociales teñidos de costumbrismo y dramas de intimismo psicológico.
Entre sus títulos destacaron: Tupac Amaru (1957), Historias para ser contadas (1957), El jardín del Infierno (1961), Y nos dijeron que éramos inmortales (1962), Un maldito domingo (1968), Milagro en el mercado viejo (1963), Heroica de Buenos Aires (1966) e Historias con cárcel (1973). Para el cine adaptó su pieza Los de la mesa diez. Escribió en colaboración con Andrés Lizarraga Desde el Ochenta.



Raúl Gustavo Aguirre
Raúl Gustavo Aguirre (1927-1983), escritor y poeta argentino, uno de los que mejor supo incorporar los recursos del surrealismo para expresar el mundo interior.
Concluido el periodo histórico de las vanguardias literarias, el surrealismo, el creacionismo y otros movimientos y estilos artísticos siguieron influyendo en los escritores de las décadas de 1940 y 1950, como es el caso de Raúl Gustavo Aguirre, que fundó y dirigió la revista literaria Poesía Buenos Aires (1950-1960), en la más pura tradición vanguardista. Aguirre lo expresa así: “El surrealismo, el creacionismo y su derivación en el invencionismo, significan la culminación de un proceso histórico por el cual el lenguaje poético alcanza el punto máximo de separación con el lenguaje lógico convencional”. A esta preocupación por un lenguaje literario se une una visión existencial (véase Existencialismo) de la vida y el ser humano en sus aspectos cotidianos, pretende unir fantasía con entorno social. Así, su obra se caracteriza por un lenguaje depurado y una gran riqueza de recursos estilísticos. Entre sus obras se encuentran El tiempo de la rosa (1945), Cuadernos de notas (1967) y Antología (1979).


Ricardo Piglia
Ricardo Piglia (1941- ), escritor argentino, nacido en Adrogué, provincia de Buenos Aires. Ha sido profesor de Literatura en su país y en Estados Unidos. En el campo narrativo, ha cultivado el relato breve con Nombre falso (1975), Prisión perpetua (1988) y La invasión, obra publicada por vez primera en 1967 y reeditada en 2006 incluyéndose una serie de nuevos relatos y reescribiéndose algunos de los antiguos. En sus narraciones, Piglia mezcla observaciones propias del regionalismo americano y el realismo, con ejercicios de literatura apócrifa a la manera de Jorge Luis Borges. Esta tendencia a valerse de textos de autores inventados y encuentros supuestos de personajes históricos se profundiza en sus novelas Respiración artificial (1980) y La ciudad ausente (1992), llevada a la ópera por el compositor Gerardo Gandini. En 1997 publicó la novela Plata quemada, y su obra crítica ha sido recogida en Crítica y ficción (1986). En 2001 fue galardonado con el Premio Bartolomé March a la Crítica por su ensayo literario Formas breves (1999).


Roberto Juarroz
Roberto Juarroz (1925-1995), poeta y ensayista argentino, nacido en Dorrego (provincia de Buenos Aires). Ha sido profesor de letras y de bibliotecología en la universidad porteña. Entre 1958 y 1965 codirigió la revista Poesía-Poesía junto con Mario Morales. Ha traducido a diversos poetas europeos contemporáneos.
Salvo su colección Seis poemas sueltos (1960) su obra se agrupa en una serie de volúmenes correlativamente numerados y que se titulan Poesía vertical, el primero de los cuales se data en 1958. En sus notas de doctrina se advierte su parentesco con el creacionismo del chileno Vicente Huidobro y, a través de él, con el simbolismo del francés Stéphane Mallarmé.
El lenguaje de Juarroz es escueto y austero, y sus piezas tienden a la brevedad y la concisión. Su poesía es conceptual, y medita sobre los límites del entendimiento humano y la perplejidad ante la existencia del mundo, así como sobre los poderes y límites de la palabra. Es poesía de revelación, no ajena a momentos de la filosofía de Martin Heidegger.


Bartolomé Mitre
Bartolomé Mitre (1821-1906), político, militar, diplomático y escritor argentino, presidente de la República (1862-1868), indiscutible figura intelectual y política sudamericana de la segunda mitad del siglo XIX, protagonista señero de la organización y surgimiento de la Argentina moderna.
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OPOSITOR A JUAN MANUEL DE ROSAS
Nacido el 26 de junio de 1821 en Buenos Aires, cuando esta pertenecía a las Provincias Unidas del Río de la Plata, Bartolomé Mitre Martínez inició sus estudios en una escuela de la localidad de Carmen de Patagones que había sido fundada por su padre, Ambrosio Mitre, funcionario público. Aunque en un primer momento fue instruido por su progenitor, su formación posterior la realizó prácticamente solo a través de la lectura. Desde 1837, asistió a la Academia Militar de Montevideo, donde se había trasladado su familia, y pasó a ser oficial de artillería. Siendo aún muy joven, se granjeó con sus escritos y pareceres políticos, aparecidos fundamentalmente en el periódico El Iniciador, la enemistad del dictador y gobernador bonaerense Juan Manuel de Rosas, contra quien ya había combatido en tierras uruguayas durante la llamada Guerra Grande, iniciada en 1839. Los consiguientes años de exilio en Chile, Bolivia y el Perú hicieron madurar sus cualidades de militar y le otorgaron una nueva perspectiva de las necesidades de Argentina para el futuro. La democracia y la unión nacional cobraron para él mayor importancia que la antinomia entre unitarios y federales, y llegó a la conclusión de que Buenos Aires debía sumarse a las otras provincias solo como una parte de la nueva estructura nacional que habría de construirse. Su periodo en el exilio finalizó en 1852, año en que regresó desde Uruguay a suelo argentino para participar en el derrocamiento de Rosas, propiciado por el general y gobernador de la provincia de Entre Ríos, Justo José de Urquiza, gracias a su victoria en la batalla de Caseros del 3 de febrero de ese año.
3
GOBERNADOR DE BUENOS AIRES
Miembro de la llamada generación del 37 (el grupo de intelectuales argentinos en el que también se integraban Domingo Faustino Sarmiento, Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría, Juan María Gutiérrez e incluso su polemista historiográfico más notable, Vicente Fidel López), en 1853 fue nombrado ministro de Guerra y Marina del gobierno provincial de Buenos Aires. Desde este cargo, trató de oponerse al plan de Urquiza que pretendía que la provincia pasara a formar parte de la Confederación Argentina.
El 23 de octubre de 1859, las tropas de Mitre fueron derrotadas por las de Urquiza en la batalla de Cepeda, y Buenos Aires pasó a formar parte de la Confederación, según se acordó por medio del posterior Pacto de San José de Flores, firmado el 11 de noviembre. No obstante, Mitre fue nombrado gobernador de Buenos Aires en 1860 y, un año después, derrotó a Urquiza en la batalla de Pavón, librada el 17 de septiembre de 1861. Esa victoria supuso la unificación de las provincias de la Confederación para dar lugar a Argentina, si bien bajo la autoridad bonaerense. Santiago Derqui renunció a la presidencia confederal el 5 de noviembre de 1861 y Mitre asumió el 12 de abril de 1862 el poder ejecutivo nacional, que le confería, en tanto que gobernador de Buenos Aires, la responsabilidad de formar la nueva nación.
4
PRESIDENTE DE ARGENTINA
Apelando a la diplomacia, la paciencia y la justicia, logró por fin unir a las provincias y dispuso la convocatoria de comicios presidenciales. Tras vencer en ellos, Mitre asumió la presidencia de la República el 12 de octubre de ese año 1862 para un mandato de seis años. Finalizaba así la historia de la Confederación Argentina y se daba paso a la República Argentina (no en vano, el propio Mitre se convertía en presidente de esta última). En definitiva, se confirmaban los objetivos de Mitre, que no eran otros que lograr la unidad nacional por medio de la democracia y de la finalización de los enfrentamientos entre Buenos Aires y el resto de las provincias. Su mandato presidencial supuso el inicio del periodo de la historia argentina conocido como República Liberal. Desde su cargo de presidente de la República, insistió en la ley de residencia del gobierno federal, instituyendo a Buenos Aires como capital de la nación, y logró la explotación nacional de las vías de agua y puertos. En 1863, apoyó la revolución del general colorado uruguayo Venancio Flores durante la presidencia de Bernardo Prudencio Berro. Dos años después, el 18 de marzo de 1865, Paraguay declaró la guerra a Argentina cuando el gobierno de Mitre impidió a las tropas paraguayas atravesar su territorio en ayuda de una de las partes en conflicto en la guerra civil que vivía Uruguay. Inmediatamente dio comienzo la guerra de la Triple Alianza (así llamada por el pacto argentino, uruguayo y brasileño contra Paraguay, y que acabaría en 1870 con la victoria de los tres países aliados), que hizo que Mitre, que dirigió en persona a las tropas argentinas, perdiera parte de su prestigio acusado por determinados sectores de hacerlo de forma desastrosa.
El 12 de octubre de 1868, al finalizar su mandato, fue sustituido por Domingo Faustino Sarmiento, quien derrotó en las elecciones presidenciales a Rufino de Elizalde (el candidato mitrista, ministro de Relaciones Exteriores en el gobierno del propio Mitre).
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TRAYECTORIA POSTERIOR A LA PRESIDENCIA
Nombrado embajador en Brasil en 1872, dos años más tarde fue vencido por Nicolás Avellaneda en las elecciones presidenciales (indirectas, llevadas a cabo por los diputados del Congreso). El 24 de septiembre de ese año 1874, se rebeló al considerar ilegítima su elección, pero fue derrotado a finales de ese año, encarcelado durante cuatro meses, condenado a muerte e indultado finalmente por el propio Avellaneda. En 1877, este último logró que se aprobara una amnistía general para que pudieran regresar al país muchos opositores políticos, lo cual apaciguó a los partidarios de Mitre. En abril de 1880, Julio Argentino Roca fue elegido presidente de la República, y dos meses más tarde Mitre y el gobernador de Buenos Aires, Carlos Tejedor, lideraron una nueva revuelta, rápidamente vencida. Fue ascendido al máximo grado militar, teniente general, en 1883, en reconocimiento a su recuperado prestigio. En 1891, dos años después de la creación de la Unión Cívica (en cuya fundación él mismo había participado, y que sería el antecedente de la Unión Cívica Radical), Mitre encabezó uno de los dos bandos en que se dividió ese partido, el mitrista, frente a los seguidores de Leandro Nicéforo Alem, los radicales. Miembro del Senado desde 1894, llegó a presidir esa cámara legislativa hasta que, en 1902, renunció y se apartó definitivamente de la escena política.
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ACTIVIDAD CULTURAL
En 1870, había fundado en Buenos Aires el influyente periódico La Nación. Entre sus obras se encuentran un gran número de poesías, traducciones de autores clásicos (como la que en 1894 hizo de la Divina Comedia, del poeta italiano Dante Alighieri) y obras históricas, de las que cabe destacar la Historia de Belgrano y de la independencia argentina, que apareció inicialmente en los años 1858 y 1859, en dos volúmenes, aunque su versión definitiva (más que una biografía, una poderosa interpretación del nacimiento de Argentina) no vio la luz hasta 1887, o la Historia de San Martín y de la emancipación sudamericana (1877-1888). Fue el primer presidente de la Junta de Historia y Numismática Americana, la actual Academia Nacional de la Historia, desde que en 1893 interviniera en su fundación. En los primeros años del siglo XX, poco antes de su fallecimiento, que tuvo lugar en enero de 1906, en Buenos Aires, Mitre editó el Viaje al Río de la Plata (1534-1554) del conquistador alemán Ulrich Schmidel, traducido por Samuel A. Lafone.

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